Lilia Ramírez. Laudes para cualquier hora del día

Lilia Ramírez. Orizaba, Veracruz, México. Poeta y ensayista, viajera incansable y estudiosa de los poemas. Ha escrito catorce libros de poesía y cuatro de narrativa. Ha sido premiada en diversas ocasiones en ambos géneros. Fue jurado de los Juegos Florales Hispanoamericanos de la ciudad de Quetzaltenango, Guatemala, en 2022. Ha asistido a Encuentros dentro y fuera del país, y parte de su obra ha sido traducida al ruso. Fue publicada en la emisión 2162 de Un poema al día para que quienes puedan se le pongan encima y lo atesoren en la memoria, proyecto del laureado Maestro Felipe Garrido. Actualmente toma taller con la poeta colombiana Fadir Delgado. Recibió un Reconocimiento como escritora distinguida por el H. Ayuntamiento de Veracruz, 2023.

 

LAUDES PARA CUALQUIER HORA DEL DÍA

Primer lugar Convocatoria 2020

Jardín de Figuras abiertas

Bitácora de vuelos

 

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Todo nos es dado por el Padre: la dualidad de la luz, el agua contaminada en las plantas químicas, los restaurantes, los colegios militares o las guarderías infantiles. Él nos dio las yerbas venenosas, la vitalidad de los volcanes, el ozono en la tormenta. Nos enseñó la claridad de una oración y las leyes del desierto y de la selva. Nos muestra la mirada de nuestra madre, cuando sube al cielo.

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Los días almacenan un hueco en su sonido, tienen una pesadumbre en su aroma, saben a bohardilla, se les observa una falta de sol en los tirantes. Las semanas intentan tocarse entre sí como un juego de serpientes y escaleras: lunes lleva a un domingo, martes o jueves. Sábado sube al jueves y es igual a hacer las camas o frotar las manos con el jabón nuestro de cada día. Los miércoles se han vuelto una cárcel insoportable con ese tintinear idéntico de un reloj que ya no marca diferencias en el tiempo.

Por MOONUIT

ÁNGELES Y VAMPIROS

 

Era un día normal en el instituto para ángeles, hasta que, el director anunció que se iban a abrir espacios para hacer convenios y mezclarse con la escuela de vampiros. Algunos estudiantes se asustaron, otro tanto se emocionó ante la idea de convivir con sus nuevos compañeros.

Los primeros alumnos de sangre fría, fueron un clan de nombre Filles, conformado por siete vampiros; Lily, Luciel, Lía, Jennie, leila, Nicco y Muce, y días después se unió el clan RDT; Maxine, Panchori, Drummer, Jigly, Chami y Sombre, a pesar de ser vampiros, eran muy bien portados, sacaban buenas calificaciones y tenían el mismo miedo por ingresar al instituto para ángeles.

Los días pasaron, el clan se adaptó con facilidad, aunque con un poco más de complejidad para Muce ya que, era un tanto tímida, siempre vivía en su mundo, pero con sus amigos salía su lado extrovertido. Su lema era “no creer en historias de amor” y decía que solamente servía para escribir poemas y canciones.

Todos los cambios nos traen nuevas experiencias, y este no fue la excepción, Muce empezaba a sentir algo nuevo, no solamente eran los nervios y estrés ocasionados por la nueva escuela y las tareas, estaba conociendo más personas y entre ellos un ángel que se hacía llamar Bleu.

Con tan solo mirarlo, Muce se ponía nerviosa, sentía mariposas en el estómago y quedaba muda. Intentaba negarlo, pero su clan se daba cuenta, era más que evidente que había caído en la enredadera del apendenamoramiento.

¿Cómo podría ser posible, la vampira más fría, solitaria, reservada y con apego evitativo ahora no podía dejar de pensar en ¡UN ÁNGEL! Tal vez fue su forma de expresarse, su pasión por la música, la lectura, las actividades al aire libre y amor por las cosas sencillas de la vida. Cada día parecía eterno, solamente esperaba el momento de poder ver a Bleu aunque fuera un instante. Su sonrisa era la razón de su alegría y sus ojos las luces que alumbraban su ser, buscando siempre mantener en secreto su sentir.

 

Si bien, nunca habían cruzado ninguna palabra verbalmente, sí telepáticamente. Así fue como Blue y Muce fueron sabiendo cosas el uno del otro. Muce estaba asombrada por el cúmulo de cosas que tenían en común, pero, al mismo tiempo sentía miedo de que solamente lo estuviera idealizando.

Lo que Muce nunca pensó, fue que Sombre la escucharía hablar sobre aquel chico perfecto, así que, sin dudarlo, investigó más sobre él y comenzó a hablarle, volviéndose inseparables. Muce comprendió las intenciones de su amiga, y no le molestó porque era consciente que Bleu jamás le haría caso, pero, lo que sí llamó su atención fue que Sombre comenzó a usurpar sus gustos y parte de su personalidad. Investigando más, se dio cuenta de que Sombre guardaba muchos secretos oscuros.

Sombre encerró a Muce en el calabozo de la ciudad, acusándola de plagio y robo de unas gemas. Así pasaron 3 años.

Sombre y Bleu tenían una hermosa relación, todo iba de maravilla, hasta que un día llegó a su casa el esposo de Sombre.