- Con este vínculo, se puede visibilizar la labor de las mujeres científicas y tecnólogas
- Entrar al sector científico es por “amor al arte”
- El mayor beneficio de estudiar una carrera STEM es que se ayuda al desarrollo social
Iván Cabrera
Más allá de aportar su conocimiento, hacer experimentos y publicar en revistas especializadas, las científicas y los científicos deben salir de sus laboratorios y darse el tiempo de acercarse a la sociedad, sobre todo a la niñez, con el fin de despertar la curiosidad por la ciencia y la tecnología, afirmó la Dra. Carolina Leyva, ganadora del Premio Ada Byron 2021, a la Mujer Tecnóloga.
Para la especialista en temas del agua, hacen falta programas que vinculen a la educación con el sector científico, porque de ello depende que la población joven pueda conocer el beneficio de estudiar las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, en inglés), y de manera particular, romper con la idea de que son ‘profesiones masculinas’.
“Nos hace mucha falta difundir lo que se puede hacer si decides cursar una carrera STEAM, las oportunidades futuras que vas a tener o los diferentes sectores a los que te puedes incorporar. Entonces, necesitamos acercarnos desde la infancia, con los niños y niñas, irles inculcando el sentimiento de que les guste la ciencia, desarrollarles habilidades latentes”.
Un dato revelador es que entre 1901 y 2020, el Premio Nobel en Ciencias (medicina, química, física y economía) se ha entregado a 710 personas, 25 mujeres, lo que equivale al 3.5% del total de los galardones entregados. Para la Dra. Leyva Inzunza hay diferentes factores que impiden que más mujeres tengan acceso a la ciencia y la tecnología.
Como lo señaló, uno de ellos es el desconocimiento por parte de la población y la escasa relación con el sector científico. Otro tiene que ver con el contexto, es decir, la geografía o familia en la que las y los menores se desarrollan, y los estereotipos por género, que implican verdaderos lastres que deben superarse para impulsar la llegada de más mujeres al terreno de la ciencia y la tecnología.
“Otro límite viene desde el contexto, desde el inicio de tu vida, el estereotipo, pues te encasillan. Te dicen: ‘tú eres niña, tú vas a cuidar, tú tienes una muñeca… ¿y si yo quiero carritos porque son más divertidos y tienen mil partes y las voy a armar?’. Tenemos que cambiar mucho, es bien importante educar”. Y agregó: “Entonces vamos a ver dónde nos situamos, pero creo que nosotros los científicos debemos acercarnos a la sociedad”.
Respecto a cómo visibilizar la labor científica y tecnológica, la ingeniera química señaló que se puede hacer con talleres y conferencias. Dijo que desde su laboratorio, realizan infografías “divertidas y curiosas para que los niños y niñas entiendan”, y preparan experimentos atractivos para que todas y todos puedan apasionarse con estos temas.
De forma particular, comentó que las mujeres científicas y tecnólogas deben unirse y vincularse entre ellas, realizar “conferencias entre nosotras, hacer encuentros de mujeres en la ciencia, (eventos) que estén enfocados hacia las jóvenes que están en bachillerato”. Otro punto es convocatorias como el Premio Ada Byron, lanzado por el Sistema Universitario Jesuita (SUJ) y una mayor difusión.
“Los medios de comunicación juegan un papel muy importante. No vamos a vender nada (risas), somos científicos, somos tecnólogos, pero vamos a difundir la ciencia y vamos a despertar el interés de las personas jóvenes. Si los medios abrieran más espacios para compartir lo que hacemos, eso sería un motivante para los chicos y las chicas”, expresó.
Los beneficios de las carreras STEM
Las carreras vinculadas a la ciencia y la tecnología generan varios beneficios. Para Carolina Leyva, investigadora del Laboratorio Nacional de Ciencia, Tecnología y Gestión Integrada del Agua del Instituto Politécnico Nacional (IPN), un tema central es que resuelve problemáticas sociales, lo que genera una satisfacción en quien desarrolla una investigación o crea alguna herramienta.
“Afortunadamente, el ser humano ha aumentado su esperanza de vida y su calidad, debido al desarrollo de ciencia y tecnología. Entonces, no te estás beneficiando sólo tú sino el resto de la población. También el poder crear nuevas soluciones que no sólo te ayuden a ti, creo que ese es el beneficio que puedes tener”, explicó.
En su caso, dijo, le causa satisfacción poder ayudar a la población a través de sus investigaciones en la descontaminación de fuentes de agua para evitar enfermedades en menores, porque no sólo se trata de ciencia puramente sino de lograr que ese conocimiento tenga un impacto positivo y real. “También te sensibilizas mucho con las problemáticas”.
En ese sentido, pidió a la sociedad tener confianza en los científicos y científicas, en que su trabajo lo hacen “por amor al arte” y que muchas veces el discurso de desprestigio respecto a su desempeño o salario nada tiene que ver con la realidad, pues su labor va más allá de ser reconocidos abiertamente.
“No estamos ahí para decir ‘ay, soy el científico y soy superior a los demás’. No es cierto. Yo les digo: este trabajo es mucho amor al arte. No estamos ahí para creernos que somos los intelectuales del país. Yo tengo la firme convicción de que quiero resolver algo; estoy porque quiero, nadie me obliga, y porque sé que tengo las capacidades y habilidades para hacerlo”.
Iván Cabrera