La vida te enseña; ¡aprende!
La vida es aprendizaje, cuando dejes de aprender mueres.
Tom Clancy
Por Tonatiuh Valenzuela Blanco
La vida está constantemente enseñándonos, es un camino que se puede recorrer de muchas formas, se podría decir que es una escuela, y también podrías compararla con una película, de la cual tú eres el director, el guionista y el protagonista, tú decides la trama, si en ella sufres o ríes, si te caes o te levantas.
Cada experiencia implica un aprendizaje, los sentimientos también, aun cuando sean dolorosos, por cada ser querido que se va hay un duelo, por cada amargura que depara el destino, hay un buen día, y por cada buen día, hay cien más y algunas crisis que se asoman de vez en cuando.
La vida siempre está cambiando, aférrate a ella, no sólo para sobrevivir, sino para evolucionar, no te estanques en sentimientos de tristeza, es un cáncer que carcome tu existencia, ábrele la puerta a la alegría, a tu estado natural.
Recuerda cuando fuiste niño disfrutabas tanto el presente que el tiempo se desvanecía, la capacidad de asombro estaba al máximo nivel, ignorabas tantas cosas que te convertiste en maestro y sin embargo querías saber más, seguías explorando el mundo que recién descubrías.
En la adolescencia tenías tanta energía y ganas de vivir que lo reflejabas en las actividades físicas, en los deportes, hasta en el despertar de la sexualidad, los romances afloraban, te creías Superman, sentías que nada te podía vencer, te comías el mundo en rebanadas.
En la etapa adulta estás lleno de sueños y proyectos, hasta decides formar una familia y si concretas ese deseo te conviertes en el pilar del hogar, tienes que poner el ejemplo a tus hijos, actuar de manera correcta por el camino del bien para que ellos sigan tus pasos.
En la vejez sabes que cualquier día puede ser el último, y por lo tanto el más importante, te vuelves un Sócrates en sabiduría, vives tus días de manera más tranquila.
La vida, en resumen; te ha enseñado que no debes odiar ni guardar rencor porque eso te va destruyendo poco a poco, que, si quieres disfrutar de alguna actividad, cosa o persona y consentirte, lo tienes que hacer hoy, porque mañana puede ser demasiado tarde, aprovecha el tiempo, carpe diem, mientras puedas.
Aprende de las situaciones negativas que te encuentres en la carretera de la vida y disfruta también de la felicidad, siempre da lo mejor de ti mismo en cada momento, cuida de tu cuerpo porque es el templo donde habita el espíritu, ejercita tu mente para prevenir el Alzheimer, acepta las condiciones de salud que no puedes cambiar, expresa lo que sientes en el momento adecuado con las personas indicadas.
La vida es un ciclo que hay que valorar cuando aún esté encendida la chispa que mueve tu ser, todo lo material se queda en este plano, lo único que nos vamos a llevar es lo que sembremos en los demás y lo que aportemos al mundo cuando estuvimos aquí. Recuerda que habrá un final que te despoja de casi todo, menos tu espíritu.