Jorge Marcelino alejo
En el restregón de Miguel Barbosa Huerta con organismos empresariales, el Gobernador dejó entrever que en su relación con los hombres de negocios, podría repetirse el episodio del Morenovallismo.
Desde luego, lo deseable es que no ocurra, pero de ser así, las consecuencias serían incómodas en el resto del sexenio y habría retroceso, baste recordar que en aquélla etapa no hubo química para el trabajo conjunto del Poder Ejecutivo Estatal con los empresarios, a través de sus cámaras organizadas.
Si no funciona el elemento armónico entre las partes y se refrenda dicha dosis, cada quién caminará por sus veredas acostumbradas.
El pretexto para el distanciamiento es lo de menos, si los empresarios buscan acuerdos unidos, como el salario solidario para fortalecer a la fuerza laboral, con enfoque a la reactivación económica, teniendo como acompañante al Covid 19, el Gobernador simplemente responde que hagan a un lado sus propósitos políticos. Y añade que no tratará con “gerentes”, sino que buscará el acercamiento con los “verdaderos empresarios”.
Si esa relación se da como lo plantea el Gobernador, esto es, si se reúne con los dueños del dinero y no con los gerentes como los define, de ese trato podrían surgir resultados trascendentes y quizá hasta inesperados. Tal vez ambos nos sorprendan con la creación de empleos en la cantidad que Puebla espera, tras el cierre de empresas a causa de la pandemia.
Si todo esto se logra, los poblanos tendrían además la oportunidad de conocer a los empresarios que sean afines al gobierno Barbosista y que trabajarían de la mano con él -como los tuvo el Morenovallismo-, pero también, sino aparecen, se confirmaría que transitarán en el sexenio con una relación marcada por el desdén.
Con este panorama, lo único que tenemos, es que Puebla se coloca en la siguiente disyuntiva: o esos “empresarios verdaderos” salen de donde estén, e invierten en la reactivación económica que Puebla reclama, o de plano, nos quedamos con las añoranzas de los últimos tiempos, solo recordando que con el capital poblano floreció la industria textil y se dio el lujo de ser propietario de bancos.
Pero hasta ahí.
M E M O R A N D U M
AL 50 %
Esos calambres que trata de meter el senador Alejandro Armenta, de que vendrá sin aumento el Presupuesto 2021 para Puebla, debían tomarse como una alerta por los municipios poblanos, pues ciertamente no habrá bonanza económica en el 2021. Y puede ser que también en años siguientes.
Se advierte que faltará dinero, porque aun cuando el senador admita que podrían ser los mismos más de 88 mil millones de pesos, que se presupuestaron para este 2020, se vislumbran nuevos e inminentes recortes a las participaciones que se entregan a los municipios. Decenas de ellos y a consecuencia de la pandemia, han tenido que disminuir gastos o despedir personal; otros pagan sueldos al 50 % y podrían reducir ese porcentaje todavía más.
Y si le agregamos que se viene el año de elecciones políticas, caben ya las previsiones necesarias, porque tampoco tendrán el mismo monto de ingresos propios.
PROVEEDORAS
La Fundación Granjas Carroll de México, se alegró por buena respuesta de empresas proveedoras de esta granja porcícola. Mayra Fritsche García directora de la fundación, precisó que así como se tuvo buena respuesta para dotar de kits médicos al personal de salud que atiende la emergencia del Covid19, también se mostraron solidarios con familias de la junta auxiliar Emilio Portes Gil -San Nicolás Buenos Aires-. Ellas recibirán esta semana 270 paquetes que incluyen despensa, colchón y cobija, tras perder pertenencias por la tromba que azotó a su comunidad.
Buen gesto de las proveedoras que unen esfuerzos a la Fundación GCM, para ayudar a familias que aún no son rescatadas de la pobreza extrema.