La justicia le llegó a Ingrid

Victor de Regil

 

Tuvieron que pasar cuatro años y siete meses para que le llegara la justicia Ingrid Aremis y a su familia, quien tenía 20 años cuando le arrebataron la vida y apenas cursaba el sexto semestre de psicología en la BUAP, pues su feminicida identificado como Ricardo Iker fue sentenciado con la pena máxima de 60 años de prisión. Los padres de la joven manifestaron estar conformes con la decisión del juez, pero declararon que ni el castigo ni los años que le imputaron le devolverán a su hija.

“Sepan que cuando escuché el número de años que otorgó el juez para el feminicida, pensé, la justicia no se traduce en años, incluso me atrevería a decir que una sentencia no disminuye una ausencia (…) ya perdimos la cuenta de cuántas veces hemos venido a las audiencias, cuántos kilómetros recorrimos de Xalapa a Puebla, por eso la justicia va más allá del número de años que le imputaron, nosotros siempre quisimos que el caso de nuestra hija fuera el último”, fueron las palabras de Ingrid Aguirre, mamá de Ingrid Aremis.

Y es que, ciertamente, nadie sabe el dolor que enfrenta un padre y una madre por la muerte de su hijo, mucho menos el que su hija haya sido asesinada y en vez de llevar un proceso de duelo, tuvieran que agarrar las fuerzas para seguir firmes en la búsqueda de una justicia, todo ese pesar, pero a la vez sin doblegarse, lo tuvieron que enfrentar durante cuatro años siete meses los papás de Ingrid Aremis Guevara Aguirre, luego de que su hija fuera víctima de feminicidio el pasado 12 de mayo del 2019.

El calvario de los padres de la familia de Ingrid por fin culminó el pasado 12 de diciembre, pues en punto de las 8:00 horas inició la audiencia de individualización de sentencia en contra del feminicida de su hija identificado como Ricardo Iker; tras culminar, la señora Ingrid Aguirre, su esposo y su abogado se dirigieron al Complejo Cultural Universitario CCU de la BUAP, para dar a conocer ante los medios de comunicación, el veredicto final de la autoridad judicial.

Sus palabras fueron: “Esta sentencia quizá nos permita iniciar un duelo distinto, porque desde que Ingrid fue privada de la vida no pudimos vivirlo como se suele vivir, en medio de los rosarios teníamos que estar pendientes por los procesos jurídicos. Teníamos que mantenernos fríos y firmes para exigir justicia para nuestra hija Ingrid”, comentó entre lágrimas su madre, Ingrid Aguirre quien reveló que desde que inició el proceso legal para hacerle justicia a su hija se llevaron a cabo más de 20 audiencias.

Ingrid Aguirre dio a conocer que Ricardo Iker fue sentenciado con la pena máxima la cual es de 60 años tras las rejas por el delito de feminicidio, la madre de la joven quien era estudiante de la carrera de psicología de la BUAP dijo que, aunque están conformes con el veredicto, los años que a este tipo le imputaron no lograran devolverle a su hija.

“En donde quiera que ella este, debe de saber que su familia está en la lucha y que esto no fue posible sin el acompañamiento de nuestros asesores jurídicos, sin el cobijo de los amigos de mi hija, pero mi hija denunció, el estado fue el que le falló”, comentó Ingrid Aguirre.

Recordemos que la noche del 11 de mayo de 2019, Ingrid salió con unos amigos a un bar de Cholula, en donde se encontró con su ex novio Ricardo Iker, posteriormente Ingrid se dirigió al domicilio donde acostumbraba quedarse los fines de semana y Ricardo, ya la estaba esperando antes de su llegada.

Ingrid se apiadó de Íker, a quien lo encontró durmiendo y ya era de madrugada exactamente del 12 de mayo, la madre de la joven recalcó que su hija siempre fue de corazón noble y a pesar de que Ricardo Iker la violentó, siempre creyó que la gente merece una segunda oportunidad, por ello es que Ingrid aquella madrugada dijo; “cómo lo voy a dejar aquí afuera, si hace frío”, por lo que lo ayudó a ingresar, lo recostó en el sofá y lo tapó con una cobija.

Posteriormente ya la mañana de ese día Íker la privó de la vida, recostó su cuerpo en el mismo sofá donde ella por la madrugada lo colocó para que descansara, y con la misma cobija con la que lo arropó para que no pasara frio, este sujeto cubrió su cuerpo de pies a cabeza simulando que estaba dormida cuando en realidad la golpeó y la estranguló.