La inseguridad en Puebla crece

Victor de Regil

 

El problema de la inseguridad en Puebla se está volviendo cada vez más grandes. Y es que desde el pasado proceso electoral y el cambio de autoridades que ha derivado de él no es motivo suficiente para que disminuya el pesimismo entre los habitantes del municipio de Puebla con respecto a la seguridad.

La realidad es que el 65.1 por ciento de las personas considera que la delincuencia seguirá igual o empeorará en los próximos 12 meses en la ciudad y este sentimiento de desesperanza incrementó en un 9.3 por ciento entre junio y septiembre del año en curso, según refleja la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada en el tercer trimestre por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Aunado a esto, la sensación de que la inseguridad se mantendrá o será peor se suma que el gobierno municipal es el que menos confianza tiene por parte de los ciudadanos, ya que solo el 57 por ciento de los encuestados dijo tener algo o mucha confianza en el ayuntamiento; mientras que el gobierno estatal cuenta con el 64.3 por ciento y el federal es el que tiene el mayor índice con el 64.5 por ciento.

Además de esto, las policías estatal y municipal son las corporaciones peor evaluadas por los capitalinos, ya que sólo el 54.4 y el 45.6 por ciento de la población, respectivamente, consideró que estas tienen un buen desempeño frente a la delincuencia; en contraste, la Marina es la mejor calificada al tener el aval del 93.7 por ciento.

Aunque el estudio indica que la cantidad de poblanos que considera que la situación delictiva se mantendrá o empeorará tuvo un incremento con respecto a junio, la percepción de inseguridad registró una ligera disminución en lo general, al pasar del 76.7 al 76.2 por ciento, es decir, medio punto porcentual.

La encuesta aplicada en las 91 principales ciudades del país se realizó durante julio, agosto y septiembre, cuando había concluido el proceso electoral para renovar autoridades en los distintos órdenes de gobierno y en la antesala del cambio de autoridades, a nivel municipal, en el caso del estado de Puebla, que ocurrió el pasado 15 de octubre, y del estatal, que tendrá lugar el próximo 14 de diciembre.

Cuando se levantó el estudio de opinión, quienes viven en la ciudad ya sabían que José Chedraui sería presidente municipal de Puebla durante los próximos tres años y que Alejandro Armenta se convertiría en gobernador el próximo sexenio.

Eso significa que, pese a la existencia de procesos electorales en los que se anunciaron renovados planes gubernamentales para combatir la inseguridad en la ciudad de Puebla, a partir de la llegada de nuevas autoridades, tanto a nivel municipal como estatal, el pesimismo sobre el futuro inmediato no disminuyó.

Entre las propuestas realizadas para mejorar la seguridad pública en la capital, promovidas por Chedraui, destaca la construcción de Centros de Atención Inmediata para las 17 juntas auxiliares, equipar a la policía con cámaras personales georeferenciadas y crear la policía naranja para atender delitos de género.

Recientemente, durante su toma de protesta, el edil también adelantó la adquisición de 200 patrullas y la conexión de 820 cámaras de tiendas de conveniencia Oxxo al DERI y C5 para que sean monitoreadas en tiempo real.

Por su parte, Alejandro Armenta presentó 10 propuestas en la materia: fortalecimiento de la policía; prevención social de la delincuencia, adicciones y atención con perspectiva de género a la violencia contra las mujeres; fortalecimiento, acompañamiento y capacitación de las policías municipales; coordinación institucional y sectorial y una estrategia de prevención del delito para la zona metropolitana.

Asimismo, Armenta habló de implementar mecanismos para combatir la impunidad en coordinación con la Fiscalía General de Estado y el Poder Judicial; establecer la justicia cívica como vía para la solución de conflictos; mejoramiento del C5; combate y coordinación frontal ante delitos de alto impacto y reinserción social humana con mayor seguridad penitenciaria.