La Barredora de mitos y falacias

 

Gustavo Monterrubio Alfaro

 

Bien, el fugitivo ya fue capturado y exportado fast track de Paraguay a México, donde lo espera la “flamante justicia”, horneada en las urnas: pronta, justa y expedita, ¿será? Bueno, esperemos, la prudencia aconseja calma, serenidad y paciencia, mi pequeño país, mucha paciencia.

La primera maniobra que se esperaba retardara la expulsión del paquete, resultó equivocada: al rechazar la deportación voluntaria, se especuló que se pondría en marcha la maquinaria judicial, que con maniobras y chicanadas retardaría el proceso hasta el límite, pues no fue así.

En virtud que el susodicho, dicen las malas lenguas, se empeñó en organizar un fabuloso negocito como el que había montado en Tabasco y extendió a otras entidades de extorsiones, cobro de piso, secuestro, tráfico de armas y enervantes, trata de personas, robo y administración de antros y tráfico de huachicol, hasta hizo negocios con el gobierno federal a través del Tren Maya: en el colmo de los colmos, le vendía combustible robado al mismo que se lo robaba y, un sobrino de Hernán Bermúdez, Raúl Bermúdez Arreola, dirigió las obras en los tramos 4 y 5. ¿Casualidad? ¿En el gobierno federal y los estatales ignoraban la clase de criminales con los que traficaban contratos y comerciaban? De ser así, ¿al servicio de quién estaban los funcionarios; éstos gobernaban o quién? Todo ello, no podía funcionar sin la aquiescencia y complacencia de sus superiores jerárquicos, pero la autoridad de allá, no sólo no cooperó, sino lo consideró un peligro para los guaraníes y en volandas se lo envió a los aztecas, la coartada que facilitó el trámite: estatus migratorio irregular.

Estoy hablando del ex poderoso secretario de seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, alias el Abuelo y Comandante H, fundador, afirman los maledicentes, del próspero y exitoso grupo criminal la Barredora, que se expandió en tiempo récord, en varias entidades del país, en Puebla es bastante proactivo, por lo que  es muy popular.

Llama mi atención un detalle que parece obvio, pero no lo es para la mayoría, el nombre, tal vez este criminal le ofreció a alguien, claro, todos señalan a Adán, en virtud que es el origen del hombre y obvio sospechoso, lo que no significa que lo sea, que con la cobertura de la 4T limpiaría al país de las organizaciones criminales enemigas de su aliado, el CJNG, con la ayuda de la escoba mecánica, su mafia, y ambas serían las únicas que dominarían los negocios ilícitos, algo así como la estrategia del PRI: una organización criminal protegida en el sexenio, y ésta y el gobierno al alimón combatir a las restantes y no permitir que ninguna de éstas acumulara más poder que la agraciada del sexenio, con lo que se reducirían considerablemente los indicadores del violentómetro.

En los últimos cinco años que he dedicado a visitar los 177 pueblos mágicos, de los cuales me falta solo Guerrero, Coahuila, que no he podido visitar por la violencia, en éstos y otros sin la categoría de pueblos mágicos, suelo conversar con residentes al azar, empleados de hoteles, personas que atienden merenderos y contactar, por razones obvias, a funcionarios de turismo municipal, en buena parte de ellos, las personas con las que he conversado refieren palabras más, palabras menos: “No sé con qué partido simpatiza”, me tantean, y mi respuesta invariablemente es: “No se preocupe, con ninguno, soy alérgico a los partidos políticos, porque en mi opinión, TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS, TODOS, SIN EXCEPCIÓN, SON UNA MIERDA”, y continúa mi interlocutor: “Fíjese que este pueblo era muy tranquilo, pacífico, pero desde que gobierna Morena, la violencia se ha disparado; este rancho tenía cientos de cabezas de ganado y ahora vea, esas cuantas son todas las que quedan, porque los malos se las robaban con total descaro e impunidad, este otro rancho es de mi suegro y producía granos, miles de toneladas, ahora véalo, abandonado, a veces venimos con mi esposa y sus papás a pasarnos el domingo aquí, limpiarlo y hacer una carnita asada”; he observado también miles de locales comerciales abandonados, otros tantos vandalizados, quemados, malecones abandonados y en ruinas, empresas oxidándose,  abandonadas, monopolios en diversos giros comerciales impuestos y controlados por la plaza, servicios públicos administrados por la maña, secretarios y directores de seguridad, responsables de las finanzas estatales y municipales y fiscales impuestos por o al servicio de los facinerosos, zonas geográficas donde no hay gobierno y los criminales imponen su ley y las prioridades agrícolas, comerciales, empresariales y estratégicas, pueblos fantasma y el miedo flotando en rancherías, pequeñas comunidades, medianas y grandes ciudades, especialmente en la periferia, en buena parte me informan: desde que gobierna Morena.

¿A qué conclusión llego? Es obvia, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa le dio de palos al avispero, con su falaz guerra contra el narco; Enrique Peña Nieto continuó la narrativa panista y el crimen organizado avanzó, pero, en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, con su “cristiana” estrategia de abrazos no balazos, que con sus matices continúa Claudia, el crimen organizado creció exponencialmente  cual metástasis, penetrando como la humedad, en todos los intersticios sociales, y creó una Hidra de más de diez cabezas, que cada día que pasa devora más territorio, negocios y jóvenes, y por cada cabeza que le cercena, le crecen dos o más.

El caso de Tabasco es sólo un ejemplo, pero analicen cualquier gobierno y observarán, más o menos, el mismo patrón: un espectáculo siniestro.

Por un lado es el gobierno generoso, preocupado por el bienestar de los ciudadanos, reparte cientos de miles de millones de pesos en apoyos en efectivo y en especie a decenas de millones de mexicanos, con 18 programas clientelares activos, pero por el otro, es la encarnación del mal, se mimetiza  con el crimen organizado, la comparación más adecuada que se me ocurre es con el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Robert Louis Stevenson se inspiró en un tipo de trastorno psiquiátrico, en éste una misma persona tiene dos o más personalidades con identidades únicas, técnicamente se le conoce como TID, Trastorno de Identidad Disociativa, o sea, los morenistas encarnan la bondad y la maldad, en realidad todos los gobiernos, de todos los partidos, en todo el mundo, en todas las épocas, encarnan esta dualidad, sólo que el caso de Morena es especial, el ejercicio público lo ha impregnado su fundador y guía espiritual de mantras, prédica religiosa, de simbolismos sublimes y sacrificiales, es algo así como gatopardismo gótico.

Una de las primeras consecuencias negativas que tuvo la actividad criminal del susodicho, que se remonta a 2019, antes incluso que las corcholatas iniciaran su peregrinar por el país, fue rebajar las expectativas de Adán Augusto López Hernández, en la carrera por lograr la candidatura a la presidencia.

¿Qué pasará ya encerrado en México? Como estamos ante un ignoto y novísimo poder judicial, también nos aguijonea la incertidumbre de si los procesos judiciales serán imparciales, si influirá la conexión con AMLO del ex corcholata morenista, si los nexos con otros funcionarios en otros estados, de otros partidos, serán parte del juicio o se excluirán, si acepta cooperar y en qué términos, si encubrirá o vinculará a Adán Augusto López Hernández, en fin, son tantas las variables y tan complejas unas como otras, que la mejor opción es, repito, esperar, estemos atentos y tengamos paciencia, mucha paciencia, pues al final del laberinto kafkiano, si llega hasta este punto, podríamos tener una redición de juicios eternos, en los que no se ha dictado sentencia en años o ésta se halla en apelación o revisión, no obstante se hayan fijado plazos estrictos para emitirla.

De las especulaciones que circulan en redes sociales y otras hierbas, destaca la de los que abominan irracionalmente a los gobiernos de Morena y todo lo que se relacione con este partido, que afirman provocará el efecto dominó y derribará a todos los que consideran narco gobiernos, o sea, en su opinión, todos los gobernantes morenistas y obviamente a CSP, AMLO y sus cachorros.

Mi opinión personal, es simple, las inercias del poder judicial no desaparecerán por decreto ni por mediación de las urnas, porque desde tiempos inmemoriales en la polis, imperios, reinados, monarquías, feudos, dictaduras, repúblicas parlamentarias y presidencialistas, el sistema legal ha estado subordinado y al servicio del poder, en el caso que nos ocupa, los intereses cruzados entre diversos actores del mismo partido y de otros partidos, torna poco probable que se llegue al fondo de esta cloaca y se sancione a todos los implicados.

La cultura política a la mexicana, es bastante conocida, cuando se es gobierno, los correligionarios solapan, defienden y niegan las corruptelas, crímenes y excesos de sus cofrades, y son implacables denunciando las corruptelas, los excesos y crímenes de sus enemigos políticos, y cuando son oposición, hacen justamente lo contrario: denuncian, exigen cárcel y sanciones para los que los han desplazado del poder.

¿Creen que Morena es diferente, porque AMLO repitió hasta la saciedad su karma favorito: “No somos iguales”? Ciertamente, Andrés Manuel,  no son iguales, ustedes son peores, porque además apoyan activamente el genocidio palestino por convicción religiosa y racial, y  por adquirir armamento israelí el gobierno de Oaxaca, avalado por el gobierno federal; que son iguales lo probará el juicio que se instaure contra Hernán Bermúdez Requena y coacusados, a menos que, ya saben, escape en una acción típicamente hollywoodesca o con uno de los más asombros escapes de Harry Houdini, se suicide en la celda con una lima para las uñas, una oportuna riña entre reos se lo lleva entre las patas, o le envíen un mensajero que le proponga un buen trato a cambio del respeto a su familia y bienes, como el que Michael Carleone, a través de Tom Hagen, le propone a Frank Pentangeli, en fin, hay diversas maneras de evitar un juicio, prolongarlo o enredarlo, no obstante, los juzgadores hayan pasado por el sedaso de las urnas, por la sencilla razón que puede salpicar mierda hacia todos lados y hasta vincular el apellido, Sheinbaum, López y Beltrán, y lo fácil es eliminar al primer eslabón de la cadena, tipo Lee Harvey Oswald: muerto el chivo expiatorio, no hay juicio, cercenada la cabeza de la Hidra, no hay juicio.

Los exhortos de Claudia Sheinbaum Pardo para que se castigue a Hernán  Requena, son iguales a los de panistas y priístas en el pasado: no habrá impunidad, llegaremos hasta las últimas consecuencias, se aplicará todo el peso de la ley, no solaparemos a nadie, trátese de quien se trate y, ¿en qué terminaba este show mediático y demagógico? En la insoportable levedad del servicio a la carta, especialidad del sistema político mexicano: la impunidad. Además, Claudia siempre toma distancia: es asunto de la fiscalía, alega.

Y la seguridad que destila el desafiante Adán Augusto López Hernández, quien afirma estar dispuesto a declarar “con fuero y sin fuero”, ¿a qué se debe? Podría poseer evidencias de altísimos serafines del gobierno y de su partido que sabían y/o recibían dádivas del estanquillo que regentaba, la escoba mecánica; tal vez le sabe algo a AMLO, a sus cachorros y a CSP, también cabe la posibilidad que un pacto común entre mafiosos consiste en que todos los miembros de la familia son sacrificables, en aras de la libertad, la salud y la seguridad del jefe del clan, y éste le asegura al inmolado en la pira de la omertá, que su familia tendrá todo los bienes materiales necesarios y la protección del clan, para que descienda en paz y tranquilidad al inframundo o, permanezca el tiempo mínimo posible en prisión.

Pues bien, como colofón concluimos: si la barredora mecánica se pone en marcha y realiza el trabajo para el que fue diseñada, limpiará de basura varios gobiernos estatales, tal vez todos y hasta al gobierno federal, pero, nos angustia la incertidumbre, ¿quién dictará las sentencias? ¿Son  auténticamente independientes los juzgadores  “electos”, por alrededor  del 13 por ciento del listado nominal? ¿La barredora mecánica sufrirá desperfectos que le impidan limpiar las letrinas gubernamentales? ¿Cómo afectará el proceso el proverbial tortuguismo de la fiscalía, en casos especiales? ¿Todos los culpables serán triturados por la prensa compactadora o solamente rodarán cabezas de turco? ¿Alguien, tras bambalinas, ya saben quien, manipulará los hilos de la mexican nova justice?

En fin, estas dudas y sospechas son las que alimentan el antiguo adagio: más vale malo conocido que bueno por conocer.