Karen Paloma Núñez Acuña. Tercera Antología Internacional de Poesía (Sabersinfin)

 

KAREN PALOMA NÚÑEZ ACUÑA. Nació en la ciudad de Santiago de Chile. Titulada de Educación Parvularia, licenciada en Educación, con mención en Integración Educativa y diplomada de Educación Artística de la Universidad de Chile. Su amor por la poesía nace a muy temprana edad, y a través de los años, Karen ha plasmado innumerables versos que hablan de amor y desamor, del re-encantamiento por las cosas simples, de hacer consciente el presente y sobre todo, de cuestionarse incansablemente respecto a la vida. Con una intensidad y pasión característica, sus versos invitan a explorar la imaginación, generar un momento de reflexión y liberar el mundo de las emociones mediante una dulce catarsis poética.

 

ME SIGO AFERRANDO A TI

 

Y es que aún me pregunto: ¿por qué me aferro tanto a ti?

Y es que mis ganas me llevan a tus orillas vacías.

Esas ganas que inundan mis mares de querer hundirme en la soledad de tu indiferencia.

 

Y es que en tus ojos encontré el vacío que me llena

y juegan conmigo las ansias de querer entrar a un mundo que no soy invitada.

Te abrazo para sentirme más cerca de ti,

pero me congela el frío de tus brazos.

 

Te miro.

Te toco.

Te siento.

 

Cierro mis ojos

y puedo ver lo perfecto que mi alma te dibuja,

porque contemplándote puedo ver más allá de tus silencios.

 

Y sentir,

sentir que a pesar de querer soltarte en el abismo oscuro de mi universo

tu olor me eleva a un más allá,

donde puedo girar y adormecer mis latidos más intensos

y es que respirarte me calma.

 

Calma

cuanto anhelo sentir calma mientras tus desórdenes más inconsecuentes están agitados por destruir hasta el último rayo de luz.

 

Siéntate a mi lado,

respira.

 

Adormece tus vacíos

mueve tus mares con la luna, y si está a medias

yo te ayudo a llenarla.

Llénate de mí

de mis huracanes,

de mis tormentas,

de mis ganas de querer que el sol brille a pesar del caos que nos envuelve y nos arrastra,

nos distancia

nos silencia.

 

Y es que tu intensidad me lleva de nuevo a ti

y me siento atada en tus tiempos determinantes,

giramos en espiral

con los ojos cerrados a sentir

queda prohibido sentir.

 

Y yo

me sigo aferrando a ti.