Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980)
Es Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.
La vida, y, sobre todo, los libros están llenos de historietas maravillosas.
Las puedes leer y, si están bien contadas, es exactamente lo mismo que si las vivieras.
-Mario Vargas Llosa.
Erika la crayola bicolor
En la papelería El arcoíris que atendía Don Gaspar convivían día y noche diversos artículos escolares que utilizaban cotidianamente niños y niñas de educación preescolar y primaria. Estos objetos se encontraban debidamente organizados y exhibidos al público, de tal forma que los clientes que regularmente asistían los podrían fácilmente identificar y comprar. Cada tarde después del horario escolar los alumnos de las escuelas cercanas pasaban a comprar los materiales para sus tareas.
Pero esta papelería era muy especial, debido a los personajes que aquí vivían, permítanme presentarles a estos seres animados que durante el día y para todos los clientes habituales se comportan con bastante seriedad, pero en la noche saltan a la vida, divirtiéndose y conviviendo entre ellos, un carnaval se puede observar por largas horas: los clips metálicos cantando, las gomas bailando, los lápices de colores aplaudiendo, el sacapunta dirigiendo al grupo artístico de plumas, la tijera sin filo vestida de policía vigila el desarrollo de este magno evento.
No debemos dejar de mencionar a nuestra amiga Erika, la crayola bicolor que olvidó despertar a tiempo, se quedó dormida en su hogar que es una caja de 24 crayolas, sus compañeras rápidamente se uniformaron y presentaron en su comparsa ejecutando selectos pasos y coreografías que practicaron por semanas para el deleite de los demás, todos en la papelería emocionados aplaudían y reconocían su mayor esfuerzo. Allá viene Erika intentando integrarse con sus compañeras, un fuerte silbido se oye al momento de incorporarse a la fila.
Una fiesta inolvidable se celebra todos los días una vez que se bajan las cortinas de esta peculiar papelería, de 8 pm a 8 am se repite la historia, nuestro vigía Ernesto, el corrector, pone atención, cuando el dueño se va e inmediatamente la banda de rock conformada por los marcadores negros interpretan variadas melodías, por turnos van desfilando los artículos escolares, el ballet de danza constituido por los marca-textos deja sin aliento a los espectadores, ahí viene caminando y desde lejos se puede distinguir a Benito, la larga regla de aluminio que sonríe al andar.
Es el final del desfile de carnaval, Claudia la goma agradece al público, Raúl el pulmón verde se va feliz por su participación, Diana, el lápiz adhesivo promete mañana regresar, es el amanecer y todos a su lugar se deben de regresar, Erika, la crayola bicolor ayuda a toda la población, acomoda los cuadernos y libretas en su lugar, en la lapicera introduce sigilosamente los bolígrafos, los ábacos simétricamente alinea, las gomas ordenadas en sus cajas deben de estar, hojas blancas y de empleo no se pueden arrugar, una vez que termina sus deberes con sus compañeras las 23 crayolas de colores en su lugar se integra.
De este ritual mágico nadie puede escapar, una gran familia ha logrado cimentar, lápices, colores, pegamentos, carpetas, grapas y muchos otros objetos llegan y se van, con una valiosa misión que es a todos los niños y jóvenes de su comunidad ayudar, cada artículo escolar aporta desde su utilidad. Algún día tocará el turno de Erika, la crayola bicolor de abandonar este hogar.