Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980)
Es Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.
No puedo dejar el vicio, soy adicto al rock n´ roll,
quiero tener miles de tocadas, pa´ mi la vida no vale nada sin el rock
-Alejandro Lora Serna
El santuario del rock
Hace casi dos décadas en el callejón de Reforma casi esquina Canal en la ciudad y puerto de Veracruz existió un lugar para rockers llamado El Santuario, un espacio dedicado a la promoción del rock en sus diversos subgéneros, promocionando no solamente a los grupos de rock comerciales, sino también a otras bandas no tan conocidas que se caracterizaban por tocar buen rock, ya sea urbano, en inglés, thrash o death metal, música que muchos jóvenes y adultos siguen de forma significativa en nuestra ciudad.
Un puerto en donde la salsa y cumbia predominan como el género de mayor aceptación, es muy poco probable que la población se sienta atraída a estas expresiones musicales de rock, aun así, bandas nacionales como el Tri de México, Café Tacuba, Maldita vecindad, Caifanes, Coda y Fobia eran del agrado de los jarochos, sin olvidar a Guns N´ and Roses, Aerosmith, Metallica, Pantera, Sepultura y Marilyn Manson por parte de los extranjeros.
Venta de discos nuevos y usados, playeras, calcomanía y otros artículos relacionados con el rock, dicho local era atendido por un personaje singular que si de algo sabía era de rock nacional e internacional, con un modo amable te atendía y enseñaba a evolucionar en grupos y subgéneros, recomendaciones y grabaciones a cassettes y DVD de nuevas bandas te brindaba, fue ahí en donde comencé a oír por primera vez a Transmetal, Ángeles de Infierno, Brujería, rock urbano y Megadeth comprendiendo lo extenso del rock y conociendo a otras propuestas musicales no tan comerciales en algunos casos.
Con nostalgia recuerdo el tener entre mis manos el disco DVD El infierno de Dante, una obra maestra de la banda Transmetal quienes gracias a Los hermanos Partida logran un sonido increíble (thrash/death metal), el cual ha traspasado fronteras; Brujería una agrupación conformada por distintos músicos mexicoestadounidenses que han creado un estilo original mezclando death metal, crust punk, deathgrind y otros más, los cuales han sido del gusto de los jóvenes, Raza odiada y Matando güeros, son discos que han dejado un legado y permanecido hasta esta época.
Gran influencia tuvo el santuario en la población jarocha, promocionando día a día las bandas que se han posicionado en México, mostrando las nuevas propuestas musicales, acompañando a los nuevos seguidores del género y mostrándonos que el santuario era un espacio de diálogo, intercambio y crecimiento cultural, además de desarrollarnos el gusto hacia este género. Esperemos algún día contar con un espacio dedicado al fomento del rock en la ciudad.