Plenilunio
En cada plenilunio, mis sueños de silencio rubio.
Flor cautiva entre los dedos
abre surcos de tiempo
entre mi piel, círculos de ceniza
para anular minutos
para anular minutos
bajo la sombra breve de tu pecho,
remanso acogedor
sólo tu forma queda:
limpia, virginal, impoluta
sin desflorar tu cáliz de seda.
Tus silencios
dentro del antro oscuro
de mí.
Todo fructifica,
es múltiple
cuál hiedra
de las manos en sigilosa noche.
Nimbo de luz te corona.
Constelación de la vía láctea
más allá de la noche y sueños.
Alcanzó tu luna
con el ánfora convexa
de mis ojos.
Incendiaré los astros
los instantes.
Fruto obsede.
Alas me abrazan
en el día prodigioso.
Fincamos eternidad,
tiempo,
claridad o vuelo.