Naturaleza… y paz del bosque…
En el claro de tus bosques,
en los pedazos de árboles, y rocas, cañones, taludes…
Cielo; devuelve los espejos
en la infranqueable entrada tocada por mis piernas…
La mirada rompe en minúsculos destellos…
En este onírico paisaje o sombra luminosa…
o desteñida agua de río,
nubes de pájaros…
Devoran el grito de mis pisadas.
Puedo hallar lo negado,
restablecida voluntad del hombre.
Participar del movimiento
o de las quietas piedras, ante el andar
o quedarme
definitivamente.