A Gladys Gilda González Silva (+)
Llaves del reino
Lágrimas de espuma
gime el viejo pórtico
siempre cerrado… nunca abierto.
Rara vez se escuchan los goznes de la herrumbre y viento.
Dinteles de polvo y miseria,
constituye nuestro ser humano.
En ceniza convertidos al último.
Y antes de entregar el alma…
a quien posee
las llaves del «reino celestial”,
donde reina la paz
cuya luz siempre nos redime.
Nos abre con esas llaves una puerta a la eternidad
danos ese caudal de misericordia y ábrenos…
a tu luz eterna.