· La Mtra. Sylvia Schmelkes, vicerrectora de la IBERO, comentó el texto ‘Entrevista a Ángelo Cabrera. Trayectoria de vida en contextos migratorios y la lucha por el derecho a la educación’
La Mtra. Sylvia Schmelkes del Valle, vicerrectora académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, fue una de las participantes en la presentación del libro y del documental Entrevista a Angelo Cabrera. Trayectoria de vida en contextos migratorios y la lucha por el derecho a la educación.
Acerca del libro (de la autoría de la Dra. Mercedes Ruiz Muñoz, académica del Departamento de Educación), la Mtra. Schmelkes dijo que, desde su punto de vista, constituye un conjunto de apuntes para un estudio sociológico, acerca del movimiento de lucha por el derecho a la educación de los jóvenes migrantes indocumentados en Estados Unidos, contado a partir de la trayectoria de uno de sus principales protagonistas, Ángelo Cabrera.
Ángelo, mexicano nacido en Puebla, que migró a los 15 años de edad a Estados Unidos, donde obtuvo un Master en Ciencia Política por la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY, por sus siglas en inglés), es un académico de esta universidad y participante activo en la lucha por el derecho a la educación superior de los migrantes y por el derecho a la educación de la comunidad mexicana, además de creador de organizaciones para la defensa de estos derechos, especialmente de Mexican-American Students’ Alliance (MASA).
El texto también permite entender la migración mexicana a los Estados Unidos, ya que trata sobre los procesos de llegada, las dificultades para la supervivencia, la discriminación, los prejuicios, la dificultad lingüística, las restricciones legales, la permanente zozobra por la inseguridad legal, las dificultades para obtener empleos y las injusticias que sufren los migrantes en razón de su condición.
Trata sobre los actores que rodean a los migrantes: desde los coyotes que los extorsionan en el cruce, pasando por los grupos de referencia, como la familia y los paisanos del pueblo que los acogen a su llegada, los empleadores y los compañeros de trabajo, y el papel de la representación del gobierno mexicano en el exterior.
Aborda la evolución de la población migrante por generación: la generación que migra adulta, la que migra en la niñez y la que nace en Estados; y cómo van cambiando sus propósitos, sus intereses, su cultura y cómo hay conflictos por estas diferencias. Estudia el fenómeno de los guetos y los esfuerzos de inclusión, y analiza la interculturalidad y el choque de culturas.
El libro es también la biografía de Ángelo Cabrera, pero escrita a dos voces, la de Ángelo, conducida por Mercedes Ruiz. Es además una manera de hacer investigación social, “en la que el investigador se desdibuja y lo que se escucha es la voz del sujeto investigado, que se convierte, por así decirlo, en investigador investigado, sujeto y autor fundamental”.
Ángelo, quien aparece de manera diáfana en esta obra de Mercedes Ruiz, hace que la entrevista biográfica sea un éxito, “porque no tiene empacho alguno en responder a todo lo que se le plantea de manera abierta y sin tapujos, porque ante una invitación a hablar de algo se desplaya y cuenta su historia, porque es una persona segura de sí misma que no tiene porqué esconder su trayectoria de vida”.
La excepcionalidad de Ángelo
Al hablar de la vida en México de Ángelo Cabrera, la Vicerrectora relató que nació en condiciones de pobreza, en un pequeño poblado cercano a la capital de Puebla. Como su padre era alcohólico, su madre fungió como la proveedora de la familia. Fue un niño brillante, que ingresó a la primaria a los cuatro años de edad, y que como no le convenció estudiar la telesecundaria en su comunidad, consiguió trabajos para poder ir a la ciudad de Puebla a cursar la secundaria, donde sufrió de discriminación por ser pobre y provenir de un pueblo.
A los 14 años le ofrecieron migrar a Estados Unidos y, aceptó la oferta, con el sueño de trabajar allá y ayudar a su familia a conseguir una casa y coches. Así, “vive el viacrucis del intento de cruzar”, y como no logra hacerlo a la primera, Se queda casi un año en Tijuana, donde pasa enormes dificultades para sobrevivir.
Cuando al fin logra cruzar, tiene un espacio de acogida a dónde llegar, pero bajo la regla clara de que cuenta con un tiempo para empezar a aportar dinero a la familia, por lo que comienza a emplearse en trabajos típicos para los migrantes, donde lo hacen trabajar más horas, le pagan menos, lo encierran y lo hacen ir cuando está enfermo, es decir, lo explotan.
Inmerso en ese estilo de vida, aparece una mano amiga, una mujer coreana que revive en Ángelo su sueño de estudiar, y que le da dinero para que se inscriba en los cursos para sacar el high school como adulto, para lo cual antes debe aprender inglés.
Cuando ya domina este idioma va cambiando su visión y surge en él el deseo de seguir estudiando, así que se inscribe en un community college, donde cursa la carrera de programación, al mismo tiempo que continúa trabajando. Al demostrarse a sí mismo que para un migrante indocumentado es posible estudiar en Estados Unidos, esto lo conduce a luchar porque este derecho lo tenga toda la comunidad mexicana.
Robert Smith, académico de CUNY, lo conoce por su activismo a favor de la comunidad mexicana y lo invita a trabajar con él y a estudiar la Maestría en Ciencias Políticas en esa universidad. Desde ahí, siempre acompañado por Smith, comienza a luchar porque los mexicanos puedan asistir a la universidad pagando la cuota de residentes de Nueva York, lo que implica múltiples manifestaciones y huelgas de hambre, con las que se logra un cambio en la ley.
“Su proceso personal en toda esta trayectoria es de las partes más bellas del libro, cómo se sale de las sombras, cómo aprende a aprender para luchar, cómo descubre una forma más ‘civilizada’ de organizar protestas que no sea a través de las peleas y los golpes, cómo aprende, como él dice, a navegar en el sistema”.
En este proceso de lucha tiene un problema con la ley y debe regresar a México, donde pasa dos años, durante los cuales difunde su experiencia y trabaja con otros mexicanos retornados, respecto de los cuales señala que no se ha hecho suficiente trabajo desde Estados Unidos y desde México, “una llamada de atención importante, porque probablemente sigan siendo cada vez más los que deban volver contra su voluntad”.
En la actualidad radica otra vez en Nueva York, gracias a una visa de trabajo, lo que llevó a Ángelo a reflexionar que ahora que es documentado extranjero tiene más limitaciones que cuando era indocumentado, pues se tiene que cuidar para lograr la residencia y después la ciudadanía, para poder seguirse dedicando abiertamente a lo que él quiere, estudiar un doctorado, pero, sobre todo, seguir luchando junto con la comunidad mexicana en Nueva York.
Presentación del libro
En la presentación virtual del libro también participaron: la Dra. Mercedes Ruiz Muñoz, autora del texto y académica del Departamento de Educación de la IBERO; la Dra. Alma Polo Velázquez, directora de la División de Estudios Sociales de la IBERO; Robert Smith y Angelo Cabrera, académicos de CUNY; así como Andrea de los Ángeles Peña Clemente, Paulina Aguado Tomás y Daniela Alexandra Arreola González, egresadas de la Licenciatura en Comunicación de la IBERO y realizadoras del documental (que fue proyectado).