Gustavo Valencia Jiménez. Treinta y ocho años de edad, nació en Puebla, Puebla, México. Diseñador gráfico de formación, ha incursionado en el arte urbano, el graffiti, la ilustración y la editorial, así como en la gestión cultural. Como proyecto personal, ha creado el alter ego de No tengo Cuerpo, el cual surge como un proyecto de poesía y música experimental, con la autopublicación de dos libros: Todo el tiempo y Amor de Inteligencia Artificial. Ha participado en lecturas en el espacio público y eventos literarios con diversos colectivos locales.
Aquella lejana dimensión extraordinaria
Hay cosas tan extraordinarias que solo suceden una vez.
Grandes obras, grandes inventos, momentos memorables.
Seguro que todos los paisajes son bellísimos
con los seres, es distinto.
Solo tú me pareces extraordinaria.
Prohibido rebelarse y permanecer indiferente
la ilusión es una imagen que aumenta la realidad
ojalá fuéramos el eslabón inmaculado
estamos más cerca del crujido del cheto
necesitamos transformarnos alquímicamente.
Tu mirada es tan poderosa, hechicería
que atrajo mi alma al abismo, narcotizado
dormido y sin cuerpo, censurado
despierto de conduzco, mitificado
nos encontramos para aliviarnos, maullidos.
Mi pensamiento oleaje incesante
mis ojos riscos que soportan el rompimiento
ilusiones espuma se desvanecen al instante
translúcida tu piel de viento se calma
me hace falta tu oleaje de sirena
con una duda inocente vamos al laberinto
encontramos la armonía en coincidir
el espacio es tan intenso
deseamos fundir nuestras miradas
con nuestros cuerpos olvidados.
Tomando el colectivo orden
Las sombras se van evitando oscilaciones
la incómoda oleada de renovación nuclear
nadie entendió mi muerte espontánea
lo absoluto me despoja de herencias
de este estoicismo que describe feliz
mi moribunda alegría anónima embargada
que se embriaga con cualquier líquido
destello de luz danzante artificial
o imaginario colapso embobinado
momificado en tenebrosas conspiraciones
cavernas de delirios estéticos sublimes
donde no hay paz gobierna la política
con muertos injustamente reprimidos
invisibles u ornamentalmente rebeldes
yo dejo de existir en la multitud consumida
ni siquiera me veo aturdido o ejemplar
aunque estoy consciente y delirante
convivo con el centro del orden cósmico
acompaño a la masa de las memelas
¿parece justo?
que las últimas palabras
que quieras pronunciar
sean cubiertas por polvo
oro y una imagen brillante…
o nihilismo y utopía