Guillermo Valdivieso Zucolotto. Ideal

 

Guillermo Valdivieso Zucolotto. Guillermo Valdivieso Zucolotto. Ingeniero Civil. Trabajó 33 años en la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde. Ha tomado cursos/talleres de pintura, canto y guitarra. Actualmente, libera su capacidad creativa en el taller de Técnicas Narrativas Miró, dirigido por Miguel Barroso Hernández.

 

Ideal

 

Link, el yorkie de Aníbal, parecía que iba a volar como Superman. Estaban jugando en la playa y mientras Link agarraba la pelota en el aire; Aníbal, a quien le gusta cantar, silbaba sus melodías preferidas.

Él era un joven delgado y atlético. Su estatura, la piel morena y los grandes ojos cafés: lo hacían el soltero más codiciado del pueblo; pero todas, realmente, solo lo buscaban para disfrutar de su físico. Por bondadoso y confiado, por ayudar siempre al prójimo, terminó viviendo en una choza frente al mar de Veracruz. Y aún soñaba tener una buena esposa, alguien que le hiciera sentir —como dicen los enamorados— mariposas en el estómago. Su amigo Juan, a pesar de ser soberbio y mujeriego, había encontrado una pareja y tenían seis años juntos. ¿Por qué el no?

Aquel día, luego de gozar del sol y la playa, junto al fiel Link, preparó y comió unos buenos pulpos encebollados. Luego se acostó a descansar en la hamaca, afuera de su rústica vivienda y, una vez más, idealizó a la mujer que quería.

¿Estaba soñando? Caía la tarde y, repentinamente, de entre las olas majestuosas, a pocos metros, surgió una mujer despampanante. Avanzó hacia él y lo tomó de la mano. Se metieron a la choza y vivieron una noche de pasión desbordada hasta que quedaron dormidos en un abrazo. ¡No la dejaría escapar! Cuando sintió, nuevamente, sus besos mojándole la mejilla, sonrió y despertó. ¡Era Link, lamiéndole el rostro! Pero al voltear hacia la playa, vio a su amada agitando la mano, diciéndole adiós, adentrándose en las entrañas del mar.