Flor del Bosque (Una Historia que parece Novela)

 

Klaus Feldmann Petersen

Sigamos pues con la Segunda parte

Fue realmente un Milagro, una bala atravesó su sombrero de fieltro sin tocarle la cabeza y otra atravesó su Casaca, su camisa y su camiseta sin tocarle el cuerpo. ¡Verdaderamente un milagro! El caballo, la Cara Sucia, preciosa y briosa yegua alazana,  sobre la que cabalgaba, ni siquiera se dio por enterada.

Habían emboscado a Kurt, querían castigar el atrevimiento de haber frustrado el asalto al pie del Cerro de Amalucan, al tren de pasajeros que acababa de pasar.

 

No cabe duda, Dios lo tenía destinado todavía a hacer  mucho bien en este mundo.

 

Kurt, hombre joven, que trabajaba en la Hacienda de Amalucan, en las afueras de la Ciudad de Puebla México, era  fuerte y valiente, lo respetaban por eso. En esos tiempos ya estaba cortejando a Erika Petersen Colombres, hija de Don Pablo Petersen, dueño de la Hacienda vecina «La Rosa» más cercana a la Ciudad de Puebla, nieta del General Joaquín Colombres héroe de la batalla del 5 de Mayo. Era de buena madera, lo que heredó a sus descendientes, a tal grado que de mí, el Padre Manuel Figueroa S.J. llegó a decir: «Klaus es valiente, no le teme a nada ni a nadie y defiende sus convicciones muy valientemente»  y mi padre Kurt llegó a decir; «tengo miedo a que el puño de Klaus que es muy duro llegue a lastimar a alguien algún día».

 

Tuvo la suerte de poder comprar en un remate público, a un precio muy bajo la antigua Hacienda de Flor del Bosque de cerros pelones, de 1800 Hs. que dividió en tres Ranchos, cada uno de 600 Hs.  para protegerse contra la política agraria del Gobierno ; Flor del Bosque, el Charro y el Coyote, y empezó de inmediato a reforestar.

 

Reconstruyó el Casco de la antigua Haciendo y se fue con su familia , su esposa Erika y sus hijos Elizabeth, Klaus (yo), Úrsula y Rosmarie, a vivir, ahí donde crecimos como si fuera un paraíso en un mundo soñado, recorriendo a caballo los cada vez más hermosos cerros con sus incipientes bosques cada vez que había oportunidad. Siendo yo pequeño como de cuatro años, mi caballo se espantó con un conejo que saltó al pasar nosotros, yo salí volando pero no solté la rienda a pesar de que el caballo seguía inquieto, mi padre me insistía que soltara las riendas, pero yo repuse muy tranquilo que él me había dicho que un buen jinete nunca suelta las riendas de su caballo.

 

En esos tiempos aprendí a comer toritos (ciertos insectos) o chapulines, que solo la gente de campo conoce. Lo que se pierde la gente de la ciudad. ¿O no? Definitivamente no hay como el campo,con su hermosura y donde se es libre como el viento y feliz con lo que Dios le concede a uno y por lo que siempre le estamos agradecidos.

 

Mi padre (Kurt) tuvo que luchar mucho por defender ese paraíso que estaba creando. La ambición, la envidia y la mala leche  de algunos, echaba a perder lo que con muchos esfuerzos se construía.

 

Los habitantes del pueblo vecino Chachapa, instigados por el General de la Revolución, José María Sánchez de sobrenombre «El Carbonero» que llegó a ser Gobernador del  Estado Puebla, que insistía en comprar el Rancho pagando con letras de cambio, que no se hubieran podido cobrar nunca, no dejaba de crear problemas. LLegando mi padre a publicar en la prensa un desplegado titulado «Miente José María Sánchez».

 

La vida de mi padre era un continuo luchar contra viento y marea por algo que no debía tener necesidad de que se le defendiera, lo que afectaba a toda la familia, que no lo dejó ni por un momento de apoyar resueltamente.

 

Mi padre inspiró al Apóstol del Árbol Miguel Angel de Quevedo e incluso lo apoyó para crear viveros forestales en el país. Tengo una fotografía donde está Miguel Angel de  Quevedo con mi padre y yo de pequeñito.

 

Los esfuerzos de mi padre, continuados por mi, hicieron de Flor del Bosque llegara a ser lo que su nombre representa, lo que actualmente se puede admirar al visitar el acogedor restaurante establecido en el lugar conocido como «Las Tinajas» denominado «Haras Flor del Bosque» con una lagunita muy sugestiva y de mucho ambiente.

La vida de mi padre estuvo siempre ligada a los Bosques y el Agua, Se hizo famoso con su Horquilla «mágica» de acero, localizando los puntos en los que su buen amigo Rolf Kieslich perforaba, logrando caudales muy representativos. De 197 Litros por segundo que abastecían a la ciudad de Puebla los aumentó a 1600 litros por segundo, lo que yo posteriormente aumente aún más, llegando a 3600 litros por segundo siguiendo el sistema que mi padre me había enseñado. Por su capacidad estuvo 30 años al frente del Departamento de Agua Potable de la Ciudad de Puebla. No hay funcionario público que haya permanecido tanto tiempo en funciones.

Ernesto Kurt Feldmann nació en Lübeck Alemania en 1902, hijo del Dr. Heinrich Feldmann y Olga Boel von Faber, teniendo tres hermanos. Muchacho  travieso y arriesgado, al terminar su Escuela estudió Agricultura. Al venir a México en 1923 a la edad de 21 años, trabajó en la Haciendo de Amalucan con Don Federico Petersen. Por ese motivo trato a la familia de Don Pablo  Petersen del Rancho La Rosa, enamorándose de Erika hija de Don Pablo, con quien se casó teniendo como hijos a Elisabeth, a Klaus, a Úrsula y a Rosmarie.Tuvo la oportunidad de comprar en un remate público la antigua Hacienda de San Bartolo Flor del Bosque, poniéndose a reforestar los cerros que estaban totalmente despojados de sus antiguos bosques por los que obtuvo su nombre originalmente,logrando que volviera a tener su antiguo esplendor.

Pienso que ya en otra ocasión les he platicado de las aventuras de mi padre, que por lo que pueden apreciar fue un personaje de novela, que vivió para servir al prójimo, pero sobre todo a Dios, sintiéndo me orgulloso y animado a seguir su ejemplo con el mismo entusiasmo y humildad.

 

Ciertamente, lo tiene que reconocer cualquiera, Kurt Feldmann fue un hombre fuera de serie, íntegro, fiel a sus principios y convicciones, poniendo a Dios antes que a  ninguna otra cosa, un hombre «Justo» en toda la extensión de la palabra. Incapaz de dejarse seducir por el dinero o el poder, reconocido por todos los que lo trataron.

 

Escribo este articulo para que vean que es posible elevar el vuelo a alturas que nos imaginábamos, con lo que seremos más felices y daremos testimonio de lo que se puede lograr con buena voluntad y la ayuda de Dios