Flavia Lucila Domínguez Vergara. Belleza

Flavia Lucila Domínguez Vergara. Nació en 1950, en el municipio de Tepalcingo, Morelos, México. Radica en Cuautla, Morelos. Es miembro activo del grupo: «Las Escribanas del Alma», en la ciudad de Cuautla, y tallerista en el Programa Mujer: escribir cambia tu vida, promovido por la Secretaría de Turismo y Cultura en el estado de Morelos. Es autora de dos libros y coautora de treinta y dos antologías.  Escribe poesía, crónica, canciones y corridos. Ha asistido a talleres literarios impartidos por la SOGEM, participa en el taller literario de Ethel Krauze desde 2015. Actualmente cursa el quinto semestre de la licenciatura en Creación y Estudios Literarios, en el Centro Morelense de las Artes.

 

Belleza

 

La palabra Belleza, agita en mi cabeza

los múltiples sensores.

Lo primero que siento, es estremecimiento

en mis detonadores.

 

Depende lo que vea, la belleza no es fea

provoca encantamiento.

Aun cerrando los ojos, sean rosas, sean abrojos

son del alma alimento.

 

Percibo lo finito, lo azul del infinito

y el ruido del silencio.

Disfruto la fragancia que exhala en la distancia

el placer que potencio.

 

Belleza es un paisaje, un niño sin ropaje

o una puesta de sol.

Es brillo de la luna, que en el lago se acuna

con callado arrebol.

 

Belleza es lo afable y la cosa inefable

que nunca está dormida.

Es el eterno espasmo y el deleitoso orgasmo

del coito de la vida.

 

 

 

Espejo

 

Estoy lleno de luz, nunca me apago.

Y no salgo a buscar lo que me trago.

No percibo, no siento, no peleo,

solamente reflejo lo que veo.

 

Soy liso no hay en mi protuberancia.

Mi cara de laguna, sin jactancia

se traga hasta la luna por la noche,

sin que puedan tildarme de fantoche.

 

La luz y oscuridad me dan lo mismo

igual que las estrellas y el abismo

que me llenan la panza sin recato

y sin tener para descanso un rato.

 

Cumplo con la misión de reflejar

imágenes que muestran al pasar

sonrisas o tristeza y tempestades

no juzgo buenos actos ni maldades.