Pedro Rendón/ICM
· Diego Juárez, investigador de la IBERO, coordinó la edición del libro ‘Educación en territorios rurales en Iberoamérica’
· Señaló que es imperante que México cuente con más Escuelas Normales Rurales
En Iberoamérica hacen falta escuelas rurales de educación media superior y superior, señaló el doctor Diego Juárez Bolaños, académico e investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Reconoció que, aunque en el medio rural hay casi una cobertura completa en primaria y secundaria, la mayoría de jóvenes que quieren cursar la educación media superior tienen que salir de sus comunidades de origen, porque en esas zonas son pocas las oportunidades para que continúen sus estudios; y son bastante más limitadas si pretenden ingresar a la educación superior.
De esta manera, son pocas y pocos los jóvenes originarios de comunidades rurales que cuentan con recursos económicos para salir de las mismas para estudiar la educación media superior o superior, dado que esto les implica gastos de transporte o incluso tener que irse a vivir a otra población.
El mencionado, es uno de los puntos en común que observaron las y los investigadores que publicaron el libro Educación en territorios rurales en Iberoamérica (coordinado por Juárez Bolaños; junto con Alicia Olmos, de Argentina; y Elkin Ríos, de Colombia), que dio una mirada a la educación rural en once naciones de Iberoamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, El Salvador, España, México, Perú y Venezuela.
En todos esos países se halló, como otra característica compartida, que en prácticamente ninguno se forma de manera particular a las y los docentes para trabajar en el medio rural, es decir, que su educación como normalistas o licenciados en educación la reciben en escuelas localizadas en entornos urbanos.
Ante esta situación, el Dr. Juárez considera imperante que se abran más Escuelas Normales Rurales. Dijo que, por ejemplo, en México se crearon las primeras Normales Rurales con la fundación, hace cien años, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y antes de la primera mitad del siglo XX se llegaron a tener 30 Normales Rurales. Pero hoy en día subsisten solamente alrededor de 15, o sea, “los gobiernos han ido cerrando tales instituciones con enorme sentido social y educativo”.
Pero no sólo bastará que existan más Normales Rurales -hay incluso algunas que no tienen el apelativo de rural, pero que están en ese entorno y atienden a poblaciones rurales, como la Escuela Normal Regional de la Montaña, en Guerrero; y la Escuela Normal de Balancán, en Tabasco-, sino que también hace falta que oferten programas específicos, como una licenciatura para la educación en el medio rural y una licenciatura en educación multigrado.
Educación en territorios rurales en Iberoamérica
Acerca del libro Educación en territorios rurales en Iberoamérica, el Dr. Diego Juárez mencionó que la idea de escribirlo surgió luego de celebrar en Colombia, en 2019, el Coloquio Iberoamericano sobre Educación Rural, que anualmente realiza la Red Temática de Investigación de Educación Rural (RIER), que él mismo coordina.
El libro, que fue publicado por el sello editorial de la Universidad Católica de Oriente (Colombia), sistematiza la información sobre educación rural en Iberoamérica, y es una obra que debido a que en su estructura básica estableció ciertos elementos mínimos, permite que los capítulos sean comparables, mismos que fueron evaluados por pares y dictaminados por académicos externos, para dar cumplimiento a la rigurosidad académica.
Para tener un ámbito comparativo entre las perspectivas de la educación rural en Iberoamérica, todos los capítulos comparten como elementos comunes los siguientes temas: cómo se define lo rural; el marco legal y normativo de la educación rural; cómo son la formación inicial y continua de los docentes que laboran en el medio rural; qué pedagogías y materiales específicos existen para escuelas rurales; cómo es la participación de los padres y madres de familia en las escuelas rurales; y cómo es la gestión dentro de las escuelas rurales.
Junto con los once capítulos -uno por país-, el libro cuenta con un prólogo, elaborado por un especialista en educación rural de Colombia; un capítulo introductorio teórico-conceptual sobre equidad educativa, que permite entender la obra en su conjunto -redactado por el Dr. Diego Juárez Bolaños y el Dr. Carlos Rodríguez Solera, ambos investigadores del INIDE de la IBERO-; y un capítulo de conclusiones.
Durante la elaboración del capítulo conclusivo se encontraron, como otros puntos en común, una participación muy activa de todos los padres y madres de familia en el sostenimiento de las escuelas rurales -mucho más fuerte que lo que ocurre en el medio urbano-, por ejemplo, en la construcción y mantenimiento de las mismas. Su involucramiento incluye también, en muchas ocasiones, brindarle alimentación y vivienda a las y los profesores de sus hijos/as.
Asimismo, hallaron que son varios los docentes que al no tener suficientes herramientas pedagógicas previas para poder trabajar en el medio rural terminan por construir y desarrollar sus propias estrategias de enseñanza para este tipo de contextos; o como ocurre en la Educação do Campo de Brasil, un modelo educativo que se implementa desde la década de 1960, mediante el trabajo colaborativo de organizaciones de campesinos y universidades públicas, con el que se ha tratado de desarrollar una educación más pertinente y contextualizada para el medio rural brasileño.
Finalmente, Juárez Bolaños comentó que otra característica compartida en todos las naciones es que “nos dimos cuenta que la educación rural es la más pública de todas las educaciones que se ofertan en Iberoamérica, es decir, la participación de los entes privados es prácticamente marginal”, pues al ser el medio rural uno que no genera ganancias para el sector privado, éste “lo tiene prácticamente olvidado”.