José Antonio López Sosa
En la industria turística, la academia debiera formar parte de la praxis mediante estudios, investigaciones, escenarios prospectivos, en fin, todo tipo de herramientas que a través del método científico social y el análisis dedicado, pudieran coadyuvar con la realidad y sobre todo, el futuro del turismo en el país.
En el caso de México, las instituciones de educación superior que imparten las carreras relacionadas al turismo, no han hecho nada durante esta pandemia por desarrollar herramientas para el sector, más allá de la numeraria y los programas ordinarios.
Quizás la única excepción es el CICOTUR (Centro de Investigación y Competitividad Turística) de la Universidad Anáhuac, pero de ahí en fuera, el resto –sobre todo de instituciones públicas– se han sentado en la comodidad de la burocracia para hacer que hacen sin hacer nada.
Una de las instituciones más importantes del país sin lugar a dudas es el Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde está la Escuela Superior de Turismo, me pregunto, ¿qué ha hecho esta institución pública por el turismo durante la pandemia?, ¿qué hizo antes de la pandemia?, ¿en qué colabora de forma tangible con el sector?.
Si nos remitimos a los discursos, quizás le han propinado muchos aplausos al secretario Torruco y han fijado posturas determinantes con relación al turismo, siguen preparando estudiantes que se enfrentarán a algo enteramente distinto a lo que ven en las aulas y al final del día, no colaboran en nada con la situación de crisis que vive el sector.
En otros países como España, las universidades e institutos especializados en turismo forman parte activa no solo de los diagnósticos, sino de las propuestas e incluso de las soluciones tanto de política pública como de acciones con la iniciativa privada en el sector turístico, lo mismo en los Estados Unidos y otras potencias turísticas, lamentablemente en México no.
La academia le falla al sector, un pilar de desarrollo e investigación se acomodó en la teoría sin asistir a la práctica, se encasilló en el aula sin pretender hacer un esfuerzo real por formar parte del mundo real en materia turística, a pesar que representa una de las tres fuentes de ingreso de divisas más importantes para el país.