Encuestas y sus “pronósticos”

 

Las encuestas son fotografías de un momento. Dependiendo de la metodología, pueden retratar esa realidad de manera más o menos precisa. Pero las encuestas no son lo mismo que una elección. Son una foto de una tendencia.

Si por las encuetas fuera, Hillary Clinton habría sido presidenta, la primera, de los Estados Unidos en el año 2016 y no Donald Trump. La Gran Bretaña seguiría siendo integrante de la Unión Europea y al pueblo Palestino lo estaría gobernando Marwan Barghouti, en lugar de Mahmoud Abbas, quien las encuestas muestran solo ganaría un 8 por ciento del voto si se llevaran elección en este momento.

Polonia ahora estaría gobernada por Jaroslaw Kaczynski del PIS, el populista Partido Ley y Justicia, que llevaba 8 años en el poder pretendiendo acapararlo todo de forma autocrática. Pero no sucedió así. A pesar de una elección parlamentaria que tuvo una balanza claramente inclinada por parte del oficialismo, la votación masiva logró arrebatarle el control al oficialismo para que Plataforma Cívica se uniera a Tercera Vía y Nueva Izquierda para conformar el gobierno que hoy encabeza Donald Tusk.

En Turquía, el partido del presidente Recep Tayiip Erdogan, el AKP,  acaba de sufrir la derrota más fuerte en las elecciones locales en las dos décadas desde su llegada al poder. Fue el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo el ganador que arrebató incluso la capital, Ankara y Estambul, la ciudad de la que fue alcalde Erdogan. Fue un golpe similar a lo que le ocurrió a López Obrador en la Ciudad de México en las intermedias de 2021.

En Estambul las encuestas marcaban empate técnico entre el candidato del AKP y el opositor, Ekrem Imamoglu con 11 puntos de ventaja. En Ankara, la diferencia entre los candidatos, según las encuestas, eran de 5 puntos. Al final ganó la oposición por mas de 25 puntos. Esto pasó a pesar de que Erdogan mismo se involucró en las campañas y le inyectó dinero del erario para asegurar el triunfo de su partido. Y sin embargo perdió.

En Argentina, lo mismo. Al menos 11 encuestas previas entre Milei y Sergio Massa y en ellas aparecía a veces uno y a veces otro. Cuando se enfrentaron en el debate, Massa arrasó a Milei. “El peronista Sergio Massa aporreó sin compasión durante dos horas a su rival, el ultra Milei”, decía el diario El País en una nota publicada a menos de un mes de las elecciones.

Al final, con todo y ese mal desempeño en el debate. Milei obtuvo el 56 por ciento de los votos y Massa se quedó 12 puntos atrás con 44 por ciento.

En todos estos casos, las encuestas decían una cosa pero, la realidad, siempre ella caprichosa, fue otra.

Aún cuando las elecciones estaban ya casi cantadas, según las “famosas” encuestas. Fueron victorias no anunciadas y no sospechadas. Sorpresivas pues.

En la política, como lo es en el deporte, el juego no se acaba hasta que se acaba, el minuto tiene 60 segundos y, en ese lapso, definitivamente todo puede pasar. Y en el caso de México, así como en las elecciones locales que viviremos en Puebla, esa fecha es el próximo 2 de junio y nadie puede decirse perdedor ni ganador.