EN LAS NUBES. Del despiporre intelectual 7 (siete)

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Una ligera reflexión:

Hay bastantes personas que se enorgullecen de lo que pasaron en la vida: lugares donde trabajaron, eventos a los que asistieron o su infancia.

A diferencia de ellos, en realidad prefieres guardar tu historia para ti, ya sea porque es algo negativo que no quieres que te recuerden o porque has tenido algún tipo de experiencia traumática.

A veces, sientes que has cambiado tanto que la persona que alguna vez fuiste se ha ido.

Tienes un poder y una capacidad increíbles para seguir adelante con tu vida, sin importar el obstáculo que encuentres o la derrota que sufras, esto te empuja a sacar conclusiones sobre tu vida y a emprender nuevos y mejores caminos.

Si evitas compartir con otros sobre tu pasado porque temes que hará que se alejen de ti, recuerda que quien realmente te ama, te aceptará no solo como eres, sino también como eras.

Ningún poeta mexicano, incluidos Manuel Acuña, Amado Nervo y Ramón López Velarde (para citar sólo a los que más se han acercado a la veneración popular), logró adentrarse en la sensibilidad del pueblo, convirtiéndose en cantor de sus grandezas y miserias, de sus virtudes y sus vicios, de sus altanerías y de sus frustraciones como Antonio Plaza.

Ninguna voz poética más viril que la suya para zaherir al poderoso, para maldecir al perverso y defender al humilde.

Su verdad, como acertadamente ha observado Rubén M Campos, quema como gota candente de plomo sobre carne viva.

Su poesía, corrosiva y caustica, solda o amputa, absuelve o condena, según el grado del mal en cada organismo y en cada espíritu, sin que el poeta se preocupe del efecto, lo que le ganó el amor al pueblo.

Pero no solamente la poesía de Antonio Plaza, sino también su vastísima producción festiva, son ya hijas del sentimiento popular. La selección que de él presentamos, por lo consiguiente, de lo menos que puede dejarnos satisfechos es de su novedad:

Autobiografía Heroica

El éxito no fue malo

tuvo siempre sus olores

y volví pisando flores

con una pata de palo.

Epigramas

Dijo la niña Isabel:

cuando con Juan se midió:

-No somos iguales: él

tiene un dedo más que yo.

Mariquita, ella tan viva,

una noche resbaló,

y aunque cayó boca arriba

el vientre se le inflamó.

Y ¿cómo es el diablo, madre?

Dime, para entretenernos.

-Es viejo, feo y con cuernos.

-No sigas: ese es mi padre.

Iban a matar a un chivo

y Cenobio lo evitó.

su mujer le preguntó:

¿Para qué lo quieres vivo

cuando es inútil así?

El dijo entonces: “Señora,

lo que hago por él ahora

mañana lo harán por mí.

Doña Manuelita Ocio

un pleito tiene enredado;

pero no encuentra abogado

que le mueva su negocio.

Lindos pies te ha dado Dios

Bien mereces otros dos.

Hicieron guarda de aduana

marítima a Juan Castillo,

y a poco su bella hermana

resultó con un chiquillo.

Él, muy enojado, pronto

quiso matar al trofeo;

Pero ella le dijo: ¡Tonto!

¿Quieres perder el empleo?

Ya no ejerce el doctor Lario:

¡eso si es humanitario!

Epitafios

Isabelita Meneses,

siendo tan pobre y tan bella,

al cielo se fue doncella

pues murió a los quince meses.

La hermosa doña Ventura

descansa aquí boca arriba,

porque cuando estaba viva

le gustaba esa postura.

El chapucero Canuto

Hace un año aquí llegó

Pagó a la tierra tributo ….

-Fue lo único que pagó.

El Burócrata Dorantes

Aquí reposa, como antes.

craveloygalindo@gmail.com