Carlos Ravelo Galindo, afirma:
También hablamos, al final, de un moribundo: Notimex
Después de saber nuestra la edad, nos preguntan si verdaderamente el mundo es más libre que hace XXI siglos.
Que si hemos caminado hacia la libertad o vivimos en la esclavitud.
Si, todos somos cautivos. Todos tenemos, al menos grandes zonas en nuestro diario ajetreo.
Que difícil responder a esa interpelación.
Pero nosotros podemos.
No olvidamos que la vejez natural a los noventa y dos años nos consume despacio. Y aún es piadosa con algunos.
Y podemos reconocer que avanzamos muy lentamente y con muchos tropiezos.
Obvio que han desaparecido los látigos y las cadenas atadas a los tobillos, pero seguimos sujetos a muchas sumisiones de las que imaginemos.
Solo se es libre cuando se mantiene la dignidad.
Nos hemos transformado en una máquina estúpida y satisfecha que ha logrado la tecnología.
Es esclavo el hombre que está atado por su propia libertad cuando no sabe para qué le sirve.
El que vive encadenado por su incultura. O el que gasta toda su vida en un trabajo que no acaba de armar.
El que es siervo de sus propios miedos y vacíos.
El que a veces falla en su función profesional.
Sin embargo, hemos comprobado que el que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija.
La oración con la que invoca el padre, el abuelo y el bisabuelo debe ser explícita y fecunda.
La compartimos con orgullo, porque ya sabemos quiénes son.
O cual nos cobija. Sin dar nombre alguno, porque es obvio.
Comienzan a brotar las flores y como si fuera pronóstico para comenzar un mejor ciclo podemos meditar las palabras del sucesor de san Pedro, nuestro amigo jesuita argentino Vergoglio ahora conocido como el papa Francisco, cuando nos dice:
Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado algunas veces. Pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo.
Sólo tu puedes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchos que te aprecian, admiran y te quieren.
Nos gustaría que recuerdes que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades. Trabajos sin cansancio. Caminos sin accidentes. Relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón. Esperanza en las batallas. Seguridad en el palco del miedo. Amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa. Sino también reflexionar sobre la tristeza. No es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida a pesar de los desafíos, incomprensiones y periodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino. Sino una conquista para quien sabe viajar para dentro de su propio ser.
Ser feliz es tener la osadía de decir perdóname.
Nosotros agregaríamos que en tus primaveras fuiste amante de la alegría. Que en el invierno seas amante de la sabiduría.
Y que cuando te equivoques, empieces de nuevo.
Fue un respiro para leer con calma el resto.
Cambiemos de tema para que en sus textos en libertad, don José Antonio Aspiros Villagómez nos hable del moribundo Notimex
Este 21 de febrero se cumplieron dos años de que estalló una huelga en la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, Notimex.
En las negociaciones para solucionarla, ni la empresa ni el sindicato han cedido un milímetro en sus posturas, y tampoco han servido los buenos oficios de la Secretaría de Gobernación, ni las amenazas del vocero presidencial de cerrar la institución.
Pareciera que el propósito es dejar morir de forma muy penosa a ese medio de información con más de 53 años de existencia.
Quién sabe si en ese escenario estén también los rencores del presidente de la República contra los medios que en el pasado le fueron incómodos, pues como ya hemos señalado en algunos artículos y en el libro con la historia de Notimex publicado en 2019, esta agencia -que fue oficial con gobiernos priistas y luego panistas- tomó parte en la campaña contra López Obrador cuando fue jefe del Gobierno del Distrito Federal.
Pero una cosa es la institución, que tiene una misión debidamente explicada y justificada por la ley de 2005 que la convirtió de agencia del gobierno en agencia del Estado, y otra es el estilo, el compromiso y el propósito -en varios casos cuestionables por diversas razones- con que la han conducido sus sucesivos directores desde 1968, pero principalmente en el siglo XXI.
Notimex vive ahora su peor momento, y vaya que los tuvo difíciles en el pasado.
Dos años en huelga son mortales para una empresa de su tipo, pero al menos así no la involucraron en las campañas desde el Palacio Nacional contra medios y periodistas que han sido críticos con este gobierno, aunque ya iba por ese camino cuando estalló la huelga.
Al menos así lo entendemos porque, por ejemplo, dos años antes de que en las llamadas “mañaneras” comenzara la cuestionada sección “quién es quién en las noticias falsas de la semana” (30-VI-2021), Notimex ya tenía en su sitio web el segmento “Verificado” con el mismo propósito.
Y antes de que fuera denunciado -también a mediados del año pasado y hasta llegar a los casos actuales- el espionaje oficial a periodistas incómodos para AMLO, la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, fue acusada de ordenar a trabajadores de Notimex que atacaran a varias periodistas –entre ellas Carmen Aristegui– a través del ‘chat’ denominado “The Avengers N”.
La funcionaria lo negó y se quejó de un “linchamiento”.
La huelga estalló el 21 de febrero de 2020 y fue reconocida por las autoridades laborales, pero no por la directiva de Notimex que, en una afrenta a las instancias oficiales correspondientes, continuó su trabajo hasta que el 8 de junio siguiente la Junta de Gobierno le ordenó parar las labores.
Paralelamente con la huelga han continuado la confrontación y las denuncias de unos contra otros por motivos y pretextos que nos ocuparía un segundo libro dar sus detalles e implicaciones.
Ya antes nos hemos referido a ellos y siguen latentes.
Se ha pedido sin éxito la intervención presidencial para resolver todos esos conflictos.
Tantos, que desde 2019 la agencia no puede presumir como antes de sus primicias, sus exclusivas y sus grandes coberturas periodísticas, sino solamente de haberse convertido en noticia -y para mal- en otros medios, en lugar de dedicarse a su labor sustantiva.
La nota principal de su última página web, se refería a sí misma: “Solicita Notimex información de denuncias; SFP pide reanudar actividades”.
No ha variado nuestra apreciación de que, se resuelva o no la huelga que este 21 cumplió dos años, será difícil resucitar un cadáver.
Muchos aplaudirán que así sea. Nosotros desde ahora lo lamentamos profundamente.
craveloygalindo@gmail.com