Gustavo Monterrubio Alfaro
Reza antiguo y popular adagio: tanto va el cántaro a la fuente, hasta que se rompe.
Cito este refrán popular, porque Estados Unidos e Israel al alimón, no cesan de provocar a China y Rusia el primero, y a los países del Medio Oriente el segundo, en ambos casos, de caer cualquiera en las provocaciones sería el preámbulo de la tercera guerra mundial, que muy probablemente escalaría a nuclear.
En el argot de las pandillas hay una regla: para que se arme un pleito, se necesitan dos: un picudo y uno que le entre.
Los picudos allí están, manipulando cualquier incidente y pretexto para provocar a los entrones, pero hasta ahora ninguno de estos últimos ha recogido el guante lanzado.
También hasta el momento de escribir estas líneas, los dos más incendiarios conflictos en marcha, se administran como guerras delegadas, ¿qué significa?, significa que la OTAN delega la guerra con Rusia en Ucrania, y que Irán delega la guerra contra Israel en el llamado eje de la resistencia: El autodenominado Eje está compuesto por los regímenes sirio e iraní, la organización libanesa Hezbolá, las milicias chiíes de Irak ―con la Organización Badr, Kataeb Hezbolá y Asaib Ahl al Haq a la cabeza―, el movimiento de los hutíes en Yemen y las organizaciones palestinas de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, así como otras formaciones minoritarias en los territorios palestinos.
Con esta estrategia se intenta evitar la confrontación directa entre los promotores de la guerra que sólo ponen el dinero y las armas y manipulan a los que ponen la destrucción, los muertos y heridos.
¿Cuánto podrá durar este subterfugio? No creo que dure mucho, mi sombrío pronóstico es que la guerra total iniciará a fines de éste o el año próximo, sobre todo porque es muy difícil mirar para otro lado cuando un ejército bien pertrechado y proveído por las principales potencias económicas y productoras de armas, asesina masiva e indiscriminadamente a bebés, niñas, jóvenes, mujeres, ancianos pacíficos y desarmados.
¡ESTO NO ES UNA GUERRA, ES UN GENOCIDIO! Y lo más grave e insolente: a la vista de todo el mundo.
Pero, ¿cuál es la razón de que nadie se atreve a tomar el guante lanzado? Mi modesta opinión es que, en virtud que nadie tiene la capacidad de destruir en el primer y sorpresivo golpe toda la capacidad de respuesta bélica del adversario, la respuesta esperada es la devastación del agresor; y porque siempre está en la palestra, como último recurso, el arsenal nuclear.
Se requiere de una alta dosis de locura e irracionalidad para ser el protagonista de la tercera guerra mundial y de una eventual escalada nuclear, pero sí algo nos enseña la historia es que el manicomio que gobierna el mundo, no es muy diferente de los locos que protagonizaron grandes deflagraciones mundiales, en el pasado.
Lo diferente con el pasado y que paraliza relativamente al los orates que gobiernan, es la absoluta capacidad destructiva del arsenal militar disponible, en virtud que en la Segunda Guerra Mundial el armamento desplegado fue convencional, y con la panoplia nuclear disponible hoy no hay límites a la destrucción de la vida en el planeta, con algunas excepciones de bichos y roedores.
El capitalismo nos ofrece un amplio repertorio de destructiva irracionalidad en su afán de explotar el trabajo y los recursos naturales, en aras de mantener tasas de ganancia estimulantes o inhumanas.
Así que preguntémonos: ¿quién será el valiente que lance la primera piedra?