Elías Villalobos Saile. Los poetas

 

 

Elías Villalobos Saile. Nació el 5 de mayo de 1952 en la Ciudad de México. Es licenciado en Mercadotecnia y Publicidad. Trabajó en la industria farmacéutica durante treinta y tres años. Autor de las novelas: Del odio al amor, Frente al espejo, La corporación (El secreto) y Grafiti. Es autor del poemario Mis reflexiones. También ha publicado: Cuentos y fábulas, El niño navegante y Fábulas y cuentos del Búho Sabio (Sabersinfin, 2023). Ha participado en las tres ediciones de la Antología Internacional de Poesía Sabersinfin. Ganador de cuento infantil con su obra El Niño Alebrije, concurso BUAP-Sabersinfin. Participó en el Segundo Encuentro Internacional Artístico y Literario en San Miguel de Allende. Difusor de lectura infantil en diferentes escuelas del estado de Puebla. Sitios web: eliasvillalobosaille.com, sailevillalobos.blogspot.com  y amazon.com/author/eliasgamboa

 

Los poetas

 

El poeta tiene alma de niño

y espíritu de golondrina,

por sus venas corren

ríos de imaginación.

Los poetas surcan caminos

nunca recorridos.

Sus alas son de un plumaje

de alegría y tristeza,

hay fiesta o duelo en su canción.

Hay locura en su existencia,

pero jamás rutina.

Encuentran en todas las cosas

la belleza oculta,

porque en su corazón habita el amor.

Pocas veces comprendido

muchas veces agredido,

como ágil ave

escapa con gracia a cada ataque.

Los poetas tienen poderosas alas

que le permiten

alcanzar alturas no imaginadas.

Los poetas muchas veces

son perseguidos o despreciados,

llegan a ser heridos o calumniados por la envidia:

Lorca, Machado, Neruda, Darío y muchos más.

Las almas oscuras no soportan la luz

a la vida le hace falta la poesía,

es el lenguaje de los enamorados;

la poesía es como la rosa en el jardín.

El poeta morirá,

pero su poesía ¡jamás!

 

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Reflexión mística

 

Cuando percibo la vastedad

del universo que habita en mí

y me sumerjo en la profundidad

de mi recóndito espíritu.

Cuando escucho la música sutil

que emerge en forma de verso

como rosales en el jardín.

No necesito expresar nada

solo vacío mi mente

y descubro a Dios.

Me uno a todos los poetas

del mundo de ayer y hoy

para cantarle a la vida.

En ese instante descubro

el misterio de la vida

como el amor que se manifiesta en un beso,

en un abrazo o en una mirada

de los seres amados.

Vibramos en la misma frecuencia

el silencio que lo expresa todo.

Mi ser efímero y mutable

se asombra y se pregunta:

¿cómo es posible que pueda

percibir la grandeza del

Universo, de la vida y de mi ser

llamado Dios?