Elena Parrazal Batres. Con cuarenta y tres años, escribe desde el día en que se encontró con las palabras, descubriendo en ellas, alas que despliega a mitad de un sueño, entre el tiempo y el tumulto que la acompaña. Dedicada al desarrollo humano para sobrevivir en este mundo, se ha formado como poeta cursando estudios desde 2002 en la SOGEM, Casa de Cultura, Casa del Escritor, Talleres del IMACP y de la BUAP, hasta el día de hoy en el Tintero Taller Editorial en Guadalajara, Jalisco. Presentó su primera antología en 2011 con seis poetas más y en 2022 finalmente su primer poemario: Desde la Ventana de un Giraluna en la FIL de Guadalajara. Palabrera se nombra, pues solo entre las palabras se mueve libremente, viviendo en cada letra que su mano desdobla.
¿Escuchas el poema recitado por la lluvia?
Reza el verbo desde el principio de los tiempos,
palabras de arcilla como relámpagos
expulsados del infierno.
En un juego a los dados con la locura,
el poeta pierde,
su cordura entrega
y en su fragmentada soledad
extingue la llama del silencio,
libera los nudos del tiempo sin tiempo.
Voz que invade las fronteras
es inexistente presencia de lo incierto.
Nocte ausente
Gozamos sin pasaporte en la patria del deseo,
desidium perseguido por el alba,
albus, ardiendo en fuego de gemidos nocturnos.
Nocte ausente girando entre sílabas,
syllabus de nuestros nombres inversos.
Reverse felicidad de tus manos,
manibus, asaltando la cordura.
Sapienta de secano a la espera,
expectatio en el atisbo del espejo.
Speculo mirando el desnudo,
nudis señal de camino al paraíso.
Paradiso de dos en despoblado,
deserta habitante mutua de la piel.
Cutem en el contorno del tacto,
tangere, próxima a melancolía.
Maestum surcando la frontera de ilusiones,
seductiones descendiendo de la luna.