Gustavo Monterrubio Alfaro
No entiendo a algunos seres humanos, unos estudiantes de Criminología del Instituto Universitario del Centro de México (EDUCEM), realizan una práctica profesional, en la que hacen estallar un gato con pirotecnia, y un estudiante con sorna comenta: «O salimos buenos criminales o buenos criminólogos jajaja», la autoridad educativa afirma que el felino estaba muerto cuando se le hizo saltar por los aires.
De inmediato, las autoridades gubernamentales y organizaciones defensoras de los animales reaccionaron con pronta e inusual censura y condena y castigo a tan abominable acto de crueldad animal.
La Fiscalía General del Estado abre, (de oficio), una carpeta de investigación”; “la institución educativa reprobó «enérgicamente cualquier acto que atente contra la vida y bienestar a cualquier ser vivo», EDUCEM también informó de la apertura de un procedimiento interno con el objetivo de tomar medidas disciplinarias contra las personas involucradas, alumnos, docentes y personal administrativo que hayan participado, promovido o tolerado esas conductas. El secretario de Gobierno de Guanajuato, Jorge Jiménez Lona, condenó «enérgicamente cualquier acto de crueldad animal» y anunció el inició de la investigación de la FGE. Por su parte, la gobernadora Libia Denisse García Muñoz Ledo afirmó que se actuará «con todo el peso de la ley contra el maltrato animal». «Quiero hacer patente el rechazo y la condena que hay a un acto de crueldad animal […] En este Gobierno no solo no seremos tolerantes ante los casos de maltrato animal, sino que estaremos actuando con todo el peso de la ley, de inmediato tomamos cartas en el asunto», apuntó en un video difundido en sus redes sociales. Varias imágenes del asesinato del animal han sido difundidas por la Asociación Civil Gaticos. RT 14 ago 2025 10:34 GMT.
El evento ocurrió en el municipio de Pénjamo, Guanajuato, una entidad asolada por el crimen organizado y desorganizado, que se distingue por los más altos índices de criminalidad a nivel nacional.
El decorado citadino de este estado, lo adornan levantados, asesinados, ejecutados, descuartizados, cremados, decapitados, secuestrados, desaparecidos y cualquier otra atrocidad que haya omitido, y LA AUTORIDAD NO CONDENA ESTOS ACTOS DE BARBARIE, AL CONTRARIO, ES TOLERANTE CON ESTOS ACTOS DE EXTREMA CRUELDAD HUMANA, ni parpadea, ni enarca las cejas, es más, ni le preocupan, Y OBVIA COMPLACIENTE, APLICAR TODO EL PESO DE LA LEY A LOS CRIMINALES, en cambio, la reacción ante el maltrato a un gato, tal vez ya muerto, exhibe la lacerante e insultante hipocresía, corrupción, ineptitud y complicidad gubernamental; porque, tal vez, la violencia cotidiana, salvaje e irracional se ha normalizado en la entidad y los seres humanos valen menos que un gato; en el Japón medieval, un caballo valía más que un ser humano, por lo que significaba para la supervivencia, por lo tanto, las personas eran mejor valoradas que en el estado de Guanajuato, en el siglo XXI, porque respecto a los crímenes cometidos contra seres humanos el gobierno NO reacciona con tan pronta e inusual censura y condena y castigo a tan abominables actos de crueldad humana.
No pone la misma atención, claro, porque las víctimas suelen ser ciudadanos pobres, delincuentes de poca monta, personas por las que nadie pregunta, jóvenes de clase media baja, pero cuando la víctima es miembro de familia acaudalada y/o con poder político, entonces las autoridades reaccionan con la misma indignación y prestancia, como ocurrió con el felino.
Este evento me recuerda otro más relevante, porque lo protagonizó un expresidente:
“Entrevistado el martes en la Casa Blanca por la cadena de televisión CNBC, el presidente, sentado en una silla, espanta con su mano el insecto, que zumba a su alrededor. «Apártate», le dice en vano a la mosca, que finalmente se posa sobre su mano izquierda.
“Muy concentrado, Obama levanta entonces la mano derecha y aplasta el insecto. «¿En qué estábamos?», pregunta a su entrevistador, que lo interrogaba sobre la reforma del control financiero, mientras se escuchan aplausos del equipo de grabación.
“Ahora una organización defensora de los animales quiere que el presidente muestre una actitud más compasiva la próxima vez que una mosca lo moleste, cuenta AP.” Montevideo Portal, 18 06 2009 10:27.
Este acto cotidiano e insulso, aplastar una mosca, levantó una ola de indignación mundial, encabezada por los defensores de los animales, y entonces reflexionaba de la misma manera que lo hago en el presente caso: no entiendo a los defensores de los animales, sostenía, se indignan y acusan al presidente de EEUU de crueldad y asesinato por aplastar en vivo y en directo un insecto; ignoro cuántos millones de veces a diario se aplastan, atrapan o fumigan moscas alrededor del planeta, y los increpaba con el argumento siguiente: Obama es comandante en jefe de un ejército de criminales y drogadictos que a diario comete crímenes de lesa humanidad en los lugares en que opera, tortura, asesina y lesiona impunemente a civiles desarmados y pacíficos de todas las edades: bebés, infantes, jóvenes, adultos, mujeres y ancianos, exactamente como los judíos lo hacen con los palestinos, y esto no les indigna, no lo censuran, no los intranquiliza, ni les merece la más leve reprobación.
Creo que la razón está clara: ningún mecenas del tipo George Soros y Bill Gates, y gobiernos como el hebreo y norteamericano financian organizaciones civiles que defiendan realmente los derechos humanos y las libertades civiles, pero sí canalizan ingentes recursos a respaldar asociaciones civiles que les sirven de elementos distractores y encubridores, para embobar a la sociedad y desviar la atención de los crímenes que cometen ellos mismos.
Claro que no ignoro que existen organizaciones sociales, cuyos miembros a riesgo de su vida, salud y libertad, defienden los derechos humanos y las libertades civiles, las hay incluso en Israel y Estados Unidos, países que las persiguen, presionan y proscriben; en mi modesta opinión, éstas son auténticas y respetables, además reciben poca cobertura mediática; en cambio, las otras son marionetas manipuladas por los titiriteros, las exhiben en el teatro del absurdo y la farsa y gozan de la más amplia cobertura mediática, ésta es la razón por la que reciben subvenciones de los corruptos y desalmados criminales y genocidas que dirigen gobiernos y corporaciones trasnacionales.
En este mundo al revés, hay que verlo a través de la lente de la indignación, la ira, la cólera, incluso de la impotencia, si aún conservamos un par de nano gramos de humanismo.