El siniestro PSI

 

Lo que sucede en Quecholac está fuera de toda orbita donde, afortunadamente, se comienza a ver la mano dura del gobernador Miguel Barbosa, en un municipio donde la violencia se ha desbordado y es solapada por la autoridad municipal.

Y es que, muy lejos de la estrategia del presunto líder huachicolero Antonio Martínez Fuentes, alias El Toñín, de hacer pasar como una “persecución política” la detención de su hermano, aunque algunas versiones lo ubican como su primo, el alcalde de Quecholac, José Alejandro N., el caso arrastra una larguísima estela de sucesos desde antes, incluso, que el menor del clan fuera presidente municipal, que contiene suficientes méritos judiciales para poder llevarlo, sin problema, tras las rejas.

Es un asunto añejo y muy espinoso, desde hace mucho.

Recordemos que Alejandro, ya recluido en el penal de Tepexi de Rodríguez, llegó a la alcaldía en 2018, apoyado principalmente por los habitantes de Palmarito Tochapan, junta auxiliar que en mayo 2017 fue escenario del más sangriento enfrentamiento entre fuerzas federales y presuntos integrantes de bandas del robo de combustible.

Por ahora el alcalde, quien por cierto había conseguido la reelección con las siglas del partido Pacto de Integración Social (PSI), está acusado solamente de abuso de autoridad. Sin embargo, ha trascendido que la Fiscalía General del Estado (FGE) le fincará otras responsabilidades del orden penal.

Desde días pasados, cuando el mismo Toñín anunció su detención, también amagó con realizar manifestaciones. Efectivamente así fue, aunque con una fuerza muy menor. Casi testimoniales. Y es que no se trata de un líder social, tampoco se trata de un perseguido político. Se trata de un personaje “siniestro”, como lo calificó el propio gobernador Miguel Barbosa. En un tema eminentemente judicial.

Un asunto en el que las autoridades del estado y federales saben bien lo qué esta ocurriendo en ese municipio y con ese personaje.

“Sabemos quiénes de los alcaldes están coludidos y nosotros no vamos a jugar”, advirtió el gobernador en su conferencia matutina.

“Se los digo -agregó-, no va haber personajes siniestros en mi gobierno. Los que quieran pasarse de sinestros que se vayan por donde vinieron. Ya que se salgan de Puebla los perversos, esos que vinieron ganándose confianza y aquí están engañando, extorsionando, que se vayan y que las gentes que violan la ley ya no lo hagan.

“No van a tener en el gobierno a un cómplice. Nunca se sentarán con el gobernador, y si sé que algún miembro del gobierno se sienta con ellos, se va de mi gobierno y se le fincan responsabilidades”, sentenció Miguel Barbosa.

Por eso es tan obvio que las “manifestaciones de apoyo” son orquestadas como orquestados han sido muchos hechos.

Muchas de esas personas que en el pasado, como en los días pasados, se han manifestado en dicho municipio, son de aquellos que se han visto beneficiados por el crimen organizado y por rl robo de gasolinas en este territorio. Son muchas las familias las que viven de este negocio ilítico y por eso los protegen. Aunque es cierto decirlo que el apoyo a estos personajes ha venido disminuyendo.

Desde hace mucho, en ese municipio que es la clave y el epicentro del huachicol en Puebla.

De ahí que también haya resultado tan oportuna la recomendación del mandatario: En vez de organizar manifestaciones, que mejor le busquen un abogado.