El problemón en el que está metido el IEE

 

Como siempre sucede, el silencio suele ser quien delate una mala conducta. Y es que, al menos hasta ahora, la ausencia de una postura formal por parte del Instituto Electoral del Estado de Puebla (IEE) pareciera la comprobación de su culpabilidad, en la acusación de que “manipuló” el conteo de la elección de Puebla capital, para transferir casi 30 mil votos a Fuerza por México (FxM) y evitar así que este partido satélite perdiera el registro.

El escándalo ha crecido e incluso ha alcanzado a diversos medios y columnistas nacionales de relevancia que ya están hablando del tema y que, por lo que se ve, promete seguir escalando en los próximos días.

El gran problema es que, al momento no ha habido una explicación clara por parte de la autoridad electoral y crece la percepción de que serán impugnados los resultados y que el caso terminará forzosamente en tribunales. Qué necesidad de ensuciar así el triunfo del ahora morenista Pepe Chedraui.

Lo anterior se dio a conocer gracias a un trabajo periodístico de La Jornada de Oriente. que puso al descubierto la irregularidad, que compromete el resultado a favor de la Cuarta Transformación (4T) en la capital poblana.

El candidato derrotado, el panista Mario Riestra Piña, dio a conocer hace unos días que ya presentó las denuncias correspondientes, así como la debida impugnación del triunfo de su contrincante, pues su equipo jurídico también encontró una transferencia de votos por parte de Morena para FxM.

“Solicitamos información que el Consejo Municipal (Electoral) se negó a entregarnos y solo la hemos obtenido a través de Juicios de Revisión Constitucional (JRC). En lo jurídico se han realizado todas las acciones necesarias y lo seguiremos haciendo hasta que se esclarezcan las anomalías detectadas”, detalló a través de su cuenta de X.

En el caso, el IEE aparece como el perpetrador de esa irregularidad que sería, en caso de comprobarse, un grave delito que, con la nueva legislación electoral, podría ser merecedora incluso de cárcel. Y que va a desatar un huracán político poselectoral, con sus debidos “muertos” y “heridos”.

Las cifras muestran que, de acuerdo con el cómputo del Consejo Municipal del IEE, el 2 de junio, el partido del logo rosa consiguió apenas cinco mil 825 votos. Pero luego, en las actas, Fuerza por México apareció con 27 mil 750 votos adicionales, para terminar oficialmente con 33 mil 575 sufragios.

Se trata de una cifra que equivale a 476.4 por ciento adicional. Un número similar, de 30 mil 041 votos, desapareció de la contabilización oficial de Morena.

Es decir, si los votos no se crean ni se destruyen en los conteos, entonces, “¿sólo se transfieren?”

Hay otra inconsistencia. Mientras que en el cómputo municipal original se reportaron 344 mil 473 votos en el Puebla capital, cuando se hizo el estimado estatal, aparecen ya solamente 314 mil 432 sufragios en el municipio.

Alrededor de 30 mil votos de diferencia. De ese tamaño son las inconsistencias. La danza errática de las cifras.

Aceptando sin conceder, que hubo esa transferencia artificial y manipulada de casi 30 mil sufragios, entonces Fuerza por México apenas habría obtenido 2.1 por ciento de la votación estatal. Luego entonces, con base en las normas secundarias, tendría que perder el registro.

Para conservar ese registro y las ministraciones pública de dinero, los partidos deben tener como mínimo 3 por ciento de la votación. El tema no solamente se trata de pesos y centavos, sino de legalidad.

Si llevan un caso con éxito, Riestra y sus abogados podrían buscar la anulación del proceso municipal.

No es que esté en duda que Pepe Chedraui, Morena y sus partidos aliados ganaron la elección. Se trata de la certeza jurídica, con base en el conteo de los votos.

Mientras los datos se analizan, se difunden y se crea un clima de incertidumbre, el IEE calla. Ni ve, ni escucha, ni habla.