El PRI, o lo que queda del PRI, se encuentra en un momento decisivo para su existencia. Está en el momento donde debe decidir si se alía al presidencialismo y a Morena o consolidan su participación en el bloque opositor junto con el PAN y el PRD. La decisión no es menor, ´pues lo que se decida en las próximas semanas, marcará el rumbo que tomará el PRI para las elecciones de 2022 y del 2024.
Hoy, los ojos de todo México están puestos en la decisión que tome el ex partidazo, incluso está en juego su propia supervivencia.
Como todos sabemos, en los próximos días, el lopezobradorismo requerirá en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión de 57 votos, para aprobar la Reforma Eléctrica del Presidente López Obrador, aquella que muchos especialistas ven plagada de errores, regresiva y que lesiona los intereses de los mexicanos. Esos votos para alcanzar la mayoría calificada, todo indica, los dará el PRI, con su natural vocación entreguista, por enésima ocasión y con un daño al país que tardará años en recuperarse.
Y es que dentro del tricolor, en la oficina misma del presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, la ruta marcada es aliarse con Andrés Manuel López Obrador.
Con él y con su partido, MORENA. Consolidar la alianza a la que muchos han llamado el “PRIMor”.
Morena y partidos rémoras, Verdeecologista (PVEM) y del Trabajo (PT), apenas suman 277 votos en la Cámara de Diputados.
Les faltan 57 para alcanzar la mayoría calificada, las dos terceras partes de los 500 diputados y diputadas: 334, esto porque implica cambios a la Constitución.
El tricolor tiene 71 curules. Es aritmética simple.
Lamentablemente, todo parece indicar que el tricolor se aliará con el lopezobradorismo por encima y soslayando los acuerdos que se firmaron con PAN y PRD, con quienes el tricolor fue junto en la alianza electoral “Va por México”.
Lo hará echando al basurero la agenda parlamentaria común. De hecho, será el rompimiento de esa posibilidad de trascendencia de lo electoral a lo legislativo.
El diagnóstico en el viejo edificio de Avenida Insurgentes Norte, sede del CEN del tricolor, es contundente: el apoyo al lopezobradorismo es lo que más conviene. Por supuesto, es lo que les conviene a ellos, a los dirigentes, no a México ni a los mexicanos. Y la Reforma Eléctrica será el primer paso.
La evidencia muestra que el PRI acabará siendo un remedo del PVEM o el PT, alquilados al poder y al mejor postor. Repite el PRI la historia tantas veces contada. De la conveniencia que marque la coyuntura.
Tampoco repara en que esa Reforma Eléctrica lopezobradorista no es la correcta. El mismo Alito lo señaló en días anteriores,l uego de que su correligionaria, la senadora Claudia Ruiz Massieu Salinas anunciara su rechazo a la iniciativa, Moreno Cárdenas la desautorizó.
“Yo creo que su declaración la hizo a título personal. Nosotros la respetamos, pero la posición del PRI es escuchar a los ciudadanos, a las organizaciones, en el foro, a la academia y, a partir de eso, tomaremos una decisión”, dijo en conferencia de prensa.
En Puebla, eso que se ha llamado el PRIMor, la alianza del tricolor con el partido del Presidente de la República, tendría réplica.
La dirigencia priísta local es fiel a Alito y su CEN, no dudan y todo indica que van con los ojos cerrados.