-El 2 de febrero, los feligreses deben ser prudentes y responsables, sobre todo, cumplir con las medidas de higiene que se han pedido para evitar un mayor número de contagios del COVID-19.
Esta fiesta conocida comúnmente como el “Día de la Candelaria”, litúrgicamente la Iglesia católica la celebra como la “fiesta de la Presentación del Señor, es el momento en que han pasado 40 días del nacimiento del Niño Jesús”.
El Día de la Candelaria es una fiesta arraigada entre la gente, tiene algunas tradiciones populares que van relacionadas con la Epifanía, el Día de Reyes, y “es común entre las familias partir la Rosca de Reyes y para aquel que le sale el Niño Jesús, tiene la obligación de hacer o de poner los tamales el 2 de febrero, que por tradición es el día cuando se levanta el Niño Dios del Nacimiento”, compartió José Gabriel Meneses Arce CCR y Capellán de la Capilla Universitaria de la UPAEP.
Manifestó que ese mismo día, se lleva la imagen del Niño Dios al templo para bendecirlo y previo a ello se viste y arregla de una manera especial. Y ahora por la situación que se está viviendo por la pandemia del COVID-19, es un poco complicado vivirla de la misma manera, por los protocolos sanitarios y por las indicaciones de las autoridades gubernamentales.
El padre Meneses Arce expresó que en los templos solo se están celebrando misas de lunes a viernes con un aforo de personas del 20%; y se puede decir que cabe la posibilidad de que haya una mayor asistencia en los templos para la bendición del Niño Jesús, pero siempre bajo la recomendación de la prudencia, es decir, evitando que haya aglomeraciones, que se realicen fiestas o ferias, porque no hay que olvidar que la Iglesia vela por el ser humano de una manera integral.
Agregó, “la Iglesia vela por la vida espiritual de las personas, pero también vela por su salud”, y por consecuencia, la invitación es, que las personas sean prudentes con sus acciones y actúen responsablemente.
Indicó que se puede hablar de una doble tradición entre las personas el 2 de febrero, como es la bendición del Niño Dios y la bendición de las velas, y en ese sentido, para no perder esa tradición importante, es posible y viable que las bendiciones se puedan dar y recibir a través de los medios de comunicación y medios digitales, y que se ha hecho desde tiempo atrás, incluso antes de la pandemia; por ejemplo, cuando el Papa da la bendición a toda la humanidad “Urbi et Orbi”, es una bendición que recibe todo el mundo a través de los medios de comunicación y digitales y ahora con la pandemia se ha venido haciendo de esta forma en los diferentes templos las celebraciones religiosas.
José Gabriel Meneses exhortó a los feligreses a ser prudentes y responsables, pero, sobre todo, cumplir con las medidas que se han pedido para evitar un mayor número de contagios del COVID-19.
Recordó que en el caso de la UPAEP, la misa se celebra de lunes a viernes a las 8:00 de la mañana y se transmite a través de las redes sociales como es el Facebook y YouTube de Pastoral Universitaria, en donde la gente podrá seguir la celebración y al principio de ella, “se estarán bendiciendo las velas, pueden tener preparada una veladora que también será bendecida y que cada familia puede encender en algún momento especial, ante alguna dificultad o enfermedad y en el caso de alguna decisión especial, y se enciende con el fervor de pedir a Cristo para que nos ilumine”.
Recordó que al final de la misa del 2 de febrero, se hará la bendición de las imágenes del Niño Dios a través de las redes sociales e invitó a la gente para que tenga la certeza de que esta bendición se recibe con toda validez.
Reiteró que el Niño Dios debe ser vestido de forma adecuada, evitando cualquier elemento que pueda caer en la superstición o situaciones que no sean apropiadas. Agregó, “hay que vestir al Niño Dios de manera ordinaria, con su ropón, o de alguna advocación propia o válida para la Iglesia, como es el caso de la devoción del Santo Niño Doctor de Tepeaca, a quien, en estos días de enfermedad, se le ha pedido por la salud de los enfermos. Y se debe evitar colocar cualquier otro tipo de vestimenta que no sea correcta”.
Subrayó, “Jesús es el modelo de la santidad, Jesús no tiene que imitar a los santos, son los santos los que imitan a Jesús y por ello, la gente debe ser cuidadosa en la forma de vestir al Niño Dios”.
Explicó que en el proceso de la cultura judía, de purificación, de la cuarentena que tienen las mujeres después de haber dado a luz y cumpliendo con la Ley de Moisés, deben presentar al hijo primogénito en el templo, “lo tienen que ofrecer al templo”.
En el momento que Jesús fue presentado en el templo, hay dos personajes muy significativos, Ana y Simeón (quien recibió la promesa del Señor de que no moriría sin haber visto al Salvador), compartió el Capellán de la universidad.
Dijo que el Día de la Candelaria toma su nombre “de las candelas, de las luces que nos iluminan y que representa a Cristo y de ahí que toma este nombre” esta festividad, y también la profeta Ana, que después de haber enviudado, dedica su vida al ayuno y a la oración en el templo.
Agregó que por estos personajes que dedican su vida al templo, “es que también se celebra el Día de la Vida Consagrada, todos los que somos consagrados, nos celebramos teniendo a aquellos dos personajes Simeón y Ana que han ofrecido su vida a Dios”.