El desastre de los órganos electorales en Puebla

Victor de Regil

 

Se trata de una realidad, que nadie puede refutar que la actuación de los órganos electorales de Puebla han sido los peores en toda la historia de la incipiente democracia en nuestro estado, quienes solo responden a los intereses del grupo de poder en turno y jamás han gozado de la tan anhelada independencia.

De lo anterior, ejemplos hay muchos desde el sexenio de Mario Marín y ni se diga del sexenio del ex gobernador Rafael Moreno Valle. Solo basta ver el deplorable papel que realizaron tanto el Instituto Electoral del Estado, como el Tribunal Electoral para darse cuenta de que estos dos organismos, no actuaron con imparcialidad, ni muchos menos se apegaron a derecho en su toma de decisiones.

Recordemos el tristemente célebre capítulo, en el pasado proceso electoral, de la transferencia de votos, más de 30 mil en Puebla capital a favor del Partido Fuerza por México, para que éste pudiera conservar el registro en Puebla, obedeciendo las directrices del influyente líder de la cámara de diputados, Ricardo Monreal, hay que sumarle toda una serie de atrocidades, avaladas posteriormente por el Tribunal local y corregidas por la sala regional de la Ciudad de México, para darnos cuenta de que no se actuó de forma correcta por parte de los consejeros y los magistrados electorales.

La Sala Regional de la Ciudad de México en varios casos le enmendó la plana, tanto el Instituto Electoral como al Tribunal Electoral de Puebla, la cual había avalado triunfos o desechado triunfos en varios municipios de la entidad a conveniencia, para beneficiar a la fuerza política ya oficialista que se ha instaurado en nuestro país.

Tal es el caso de municipios como Ixtepec ganada por el PRI y anulada por el Tribunal local y Venustiano Carranza, Xiutetelco, Coatzingo y Ayotoxco de Guerrero, elecciones anuladas por la sala superior y que en su momento habían sido por el Instituto Electoral local y luego ratificadas también por el Tribunal local.

Este simple hecho debería de bastar para que el Congreso local llamara a rendir cuentas a los consejeros y magistrados integrantes del Ople y del Tribunal, pero no lo han hecho y, obviamente, no lo harán, porque queda claro que actuaron en beneficio del grupo en el poder encabezado por Morena.

Es una lástima que estos organismos, supuestamente imparciales y autónomos, hayan jugado el papel de apoyo a Morena y sus partidos satélites y un retroceso total en materia de avance democrático para Puebla. La sociedad ha tomado nota de esto y se encuentran ya seriamente desprestigiados.

El colmo de los colmos es lo ocurrido en la elección celebrada en el municipio de Chignahuapan, la cual fue anulada por los órganos locales y reactivada por la Sala Superior, con el fin de beneficiar, otra vez, al multicitado partido propiedad de la dupla Ricardo Monreal y Pedro Haces, Fuerza por México.

La Sala Regional, a su vez, le enmendó la plana a los órganos locales y les ordenó que hubiera un recuento voto por voto, con el fin de tratar de hacer válida esta elección y con ello, sumarle más sufragios al partido satélite del oficialismo por aquello de las dudas y no poner en riesgo su registro en el Estado.

Los órganos electorales dejan mucho que desear y hoy más que nunca queda claro que están sujetos a los caprichos de la 4T.