Dentro de Morena, tanto a nivel nacional como en Puebla, existe un extraño y absurdo pensamiento sobre los llamados morenistas “puros” de ese partido, (aquellos que se dicen fundadores de Morena) y los neo morenistas (aquellos que en años recientes se han unido a las filas de este instituto político).
Aquellos que se auto proclaman como guardianes de la pureza morenistas, ven con muy malos ojos a aquellos que buscan unirse a este partido, los ven como oportunistas. Los puros, se sienten con el derecho en negar candidaturas pues, según su pensamiento un tanto retrógrada, piensan que ellos y solo ellos son los que pueden aspirar a alguno de los cargos de elección popular en cada proceso electoral.
En el actual proceso que se vive al interior del partido, los también conocidos como duros o radicales, han iniciado distintas estrategias para dinamitar las legítimas aspiraciones de aquellos que no son fundadores del partido. Cuestionan pasados sus partidistas, los denostan, los señalan duramente, acusan a aquellos que no tengan esa, dicen, “pureza” partidista e ideológica que, dicen, deberían tener.
Lo que olvidan los “puros” de Morena, es que gracias a los neo morenistas, es que han logrado ganar decenas de elecciones en todo el país en los últimos años, pues fue Justo el momento en que el partido decidió abrirse a otras expresiones políticas, cuando comenzaron a llagar sus triunfos electorales.
De igual forma, los neo, han abonado demasiado a este partido no solo por mejorar los perfiles de dicho partido, sino también porque han logrado sumar a sus filas, operadores políticos y electorales de primera línea, con los que Morena no contaba hace apenas algunos años. Recordemos que antes del 2018, Morena no alcanzaba a cubrir el 100 por ciento de los representantes de casillas en los distintos procesos electorales.
En el caso de Puebla, el primer gobernador de izquierda, perteneciente a Morena, Miguel Barbosa, no era de los “puros” de Morena y era mal visto por su pasado en el PRD e incluso por enfrentamientos con el propio Lopez Obrador años atrás. Lo cierto es que un neo morenista fue el primero en ganar una elección tan importante en Puebla. Los puros de antes, jamás lo pudieron lograr.
Morena se encuentra en una encrucijada muy difícil y que tendrá que resolver con inteligencia, pues está en pleno proceso para elegir a cientos de candidatos de elección popular y, los puros, ya echaron a andar su maquinaria para impedir que, los neo, les “arrebaten” lo que, según ellos, les pertenece.
La gran ventaja que tiene aún Morena en el Estado no serviría de nada si prevalece estos conceptos ideológicos para elegir a sus candidatos. Si a los neo morenistas los dejan fuera y no aprovechan sus perfiles y potencial en cada uno de los puestos de elección popular a elegir, se pueden llevar una sorpresa.
Ciertamente, la elección de candidatos debe ser sobre criterios tales como competitividad, perfil, capacidades, trayectoria y otros elementos más para escoger a las mejores mujeres y los mejores hombres y no en ideas con tan poco sustancia como el ser o no fundador del partido del obradorismo.