Victor de Regil
Lo sucedido en el proceso electoral desarrollado hacer unos días en el Estado de México y Coahuila, tiene varias repercusiones en el proceso que se vive en Puebla para suceder al gobernador Sergio Salomón.
El triunfo de Delfina Gómez y, por ende, de Morena, influye directamente a las “corcholatas” poblanas, quienes siguieron muy de cerca éste proceso para sacar algunas conclusiones sobre sus aspiraciones personales.
Por tanto, hay dos personajes que quedaron sumamente satisfechos con este resultado: Julio Huerta e Ignacio Mier, cada uno con sus motivaciones personales.
En el caso de Julio Huerta, secretario de gobernación estatal, el triunfo de la maestra Delfina se traduce como un triunfo para la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum pues, literalmente, tomo la campaña de la ahora gobernadora electa sobre sus hombros, la hizo su candidata y, finalmente, la hizo ganar.
Dicho triunfo de Sheinbaum y de Delfina, favorece directamente a Huerta, pues no olvidemos que el primo del ex gobernador Miguel Barbosa, es el coordinador de la operación política de Sheinbaum en Puebla, por lo que este triunfo le beneficia directamente.
El otro ganador es, sin duda, Nacho Mier. Y es que, sin ser cercano a Delfina ni a Sheinbaum, el diputado federal ve como un triunfo estos resultados debido a que suma a la narrativa de que cualquier candidato, siempre y cuando lleve las siglas de Morena, puede ganar una elección sin necesariamente ser el o la más popular.
Para nadie es un secreto que Delfina no era la mejor candidata, no era popular, estaba ya condenada por delitos electorales al quitarles el 10 por ciento de su sueldo a los empleados de Texcoco cuando fue presidenta municipal; de igual forma dejó un desfalco en la SEP federal cercano a los 500 millones de pesos que, hasta ahora, no se han podido justificar. Aún así, le basto para ganar.
Tanto Nacho como Julio, en todas las encuestas, aparecen en tercera y cuarta posición de conocimiento, respectivamente. Por los tiempos, es casi imposible que alcancen a los punteros que son, en un muy lejano primer lugar, Alejandro Armenta, siendo seguido por la ex alcaldesa Claudia Rivera.
Nacho y Julio saben que la única forma de quedarse con la candidatura de Morena al gobierno del Estado es por una imposición, un dedazo que saldría directamente de las oficinas de Palacio Nacional, pues los números de Alejandro y Claudia se ven, al menos hasta ahora, prácticamente inalcanzables.
En el caso del senador Alejandro Armenta, la elección del Estado de México parece que no le afecta ni beneficia. Lo que sí, es que el resultado de Coahuila tiene un efecto negativo a sus aspiraciones, pues el candidato perdedor de Morena, Guadiana, es alguien muy cercano a Ricardo Monreal, el cual es el principal apoyo de Armenta y su poder e influencia se ha visto sumamente lastimado en las últimas semanas lo que, sin duda, afecta directamente a las aspiraciones del senador.
Lo que respecta a ala oposición en Puebla, la cual parece que no existe, le deja algunas lecciones que deben de analizar. La principal es que la única forma de competir contra Morena es ir juntos, no hay más. La oposición, a pesar de la derrota, fue competitiva en estado de México, pues perdieron por 8 puntos y no los 20 que la mayoría de las casas encuestadores pronosticaron, a pesar de tratar de una elección de Estado.
De igual forma, a la oposición su aplastante triunfo en Coahuila les debe de dar un respiro, pues lograron entender que la alianza sirve siempre y cuando presenten un candidato competitivo, vayan juntos y, si se puede, se presente a Morena dividido.