Dora Alicia Ortega Lozano. Maestra con 37 años de labor, ser docente es una de las experiencias más hermosas, es la oportunidad de intervenir de manera positiva en la vida de otro ser humano, en este caso los niños, transformando desde un aula de clase, tejiendo sueños, que sus alumnos a través del tiempo lo hacen realidad, la vida de un niño puede ser marcada por la forma en que se interactúe con él, es por eso que día a día se prepara y actualiza con lo que demanda la educación en estos tiempos.
A lo largo de estos años, ha formado muchos niños, siendo testigo de las necesidades que se van transformando, día, a día, en relación a esa experiencia le motiva a seguirse capacitando, para brindarles una educación de excelencia, esa es su meta, aprendiendo más, innovando, reinventándose y volver a construirse como persona y como profesional. Está agradecida por intervenir en la vida de un niño, sigue sembrando la semilla que un día florecerá, aunque ha sido lenta en su cosecha, ha saboreado las mieles de sus éxitos, y sé que algún día mi cosecha será abundante. A través de las producciones y lecturas de mis alumnos, me he visto reflejada, por eso ha incursionado como escritora, transmitiendo sus ideas y palabras a través de la poesía.
Y FUI POESÍA…
Plasmo y vivo letras
en el enunciado de mi existencia.
Vida… tomaste del abecedario
las que tu quisiste,
escribes, das forma a mi historia,
capítulos buenos, algunos… no tanto,
todo a tu antojo, moldeas mi ser.
Aún mi libro está inconcluso,
espero elijas el escrito preciso,
porque a veces me dejas
en el suspenso del lector.
Quise dar las palabras,
las que pensé eran adecuadas
pero fueron borradas o anuladas,
quizás no estaban
con la ortografía convencional,
o en el idioma convincente.
Sé y espero
entre esas letras que faltan,
estén las que completen ese capítulo,
y digan: ¡La felicidad es para ti!…
¡Está en ti!…
¡Siempre ha estado en ti!…
-Dora Alicia Ortega Lozano