Dora Alicia Ortega Lozano. (Veracruz, Ver. /México). Ha dedicado 38 años al servicio docente, incansable sembradora de sueños y guiando a sus alumnos en la realización de los suyos. Maestra en Educación Básica, ha sido reconocida con la Medalla «Maestro Rafael Ramírez» otorgada por la Secretaría de Educación Pública, así como con la Medalla a la Superación Ciudadana y la Medalla Conmemorativa de la SEP por su destacada práctica educativa.
Comprometida con la formación continua y la innovación pedagógica, ha incursionado en la escritura, plasmando su pasión por la enseñanza y la vida a través de la poesía. Diplomada en Oratoria Educativa y practicante de la filosofía KAIZEN, ha llevado su voz más allá de fronteras con su participación en el evento internacional Shining Night en España.
A lo largo de su trayectoria, ha sido testigo y partícipe de la evolución de las necesidades educativas, lo que la impulsa a seguir capacitándose y reinventándose constantemente para brindar una educación de excelencia. Su camino aún no ha terminado, pues continúa aprendiendo, innovando y construyéndose tanto en lo personal como en lo profesional.
Dime…
¿Es posible amar sin conocer a alguien?
O mi corazón en pausa, despertó de su letargo,
te vi, sin contacto se activaron mis alertas,
¿Dime, de qué extraño hechizo te vales para provocar esto?
En mi otoño, no estaba escrita la primavera,
Llegaste a iluminarme con tu luz,
haciendo que mi alma renaciera.
No eres consciente de tu actuar,
quizás por eso no te das cuenta.
este capítulo de mi historia, es vulnerable,
porque ya está impregnada de ti,
de tu voz encantadora,
de esa ternura que representas.
Tu fragilidad que no todos saben ver y atender.
Haces que todos te amen,
¿Quién en verdad ha tocado las fibras de tu ser?
sin el actuar egoísta que tarde o temprano se manifiesta.
Pocos saben tus sueños, anhelos,
que necesitas de protección,
que detrás de esa persona fuerte,
existe la que necesita que la comprendan.
Dudas, mantienes al margen,
no cualquiera puede entrar al templo que has edificado,
temes la decepción de nuevo.
¡Mil veces bendita la persona que lo entienda!
amo ese ser divino que eres, mi primavera,
sigue brillando, porque al final está la recompensa.
Autora: Dora Alicia Ortega Lozano