Las autoridades federales han aceptado “hay indicios” de la próxima llegada de una cuarta ola de COVID, existen también en Puebla claras señales de recuperación económica y se ha anunciado que no regresaremos al confinamiento. Pareciera que, desde el principio, ignoramos la advertencia de especialistas verdaderamente capacitados: la pandemia no se va a ir en mucho tiempo y requerimos aprender a vivir con el virus. Eso nos dijeron con mucha claridad.
Jorge Alcocer, el titular de Salud federal aceptó que ya hay señales de la nueva oleada de contagios. Lo dijo durante su participación en el Congreso Internacional de Salud Mental y Prevención de Adicciones en la Construcción de la Paz.
La declaración no hubiera sido muy relevante, pues se nos ha anunciado que en la temporada de frío se incrementa el riesgo de contraer el virus. Lo que encendió las alertas fue el contexto.
Y es que, a pesar de que llamó “pequeños indicios” de la cuarta oleada, luego lanzó una petición de censura. “No quiero que esto pase a la prensa, esos distorsionadores de la verdad”, sentenció.
Lo dijo en vivo. En transmisión web. Y a muchos oyentes.
Lamentablemente, sigue el secretario sin entender el valor supremo de la transparencia en este tema tan delicado que tantos cientos de vidas nos ha costado.
Sigue sin entender que, con estos desplantes, parece que oculta algo y hace suponer que se esconde la verdad y la gravedad de la pandemia en México.
El propio subsecretario de salud Hugo López-Gatell Ramírez había admitido que vendrá una cuarta ola. Después una quinta, una sexta una séptima…
Estados Unidos va en la séptima, dijo el propio ex funcionario estrella del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En medio de estos tropiezos con la lengua de los funcionarios lopezobradoristas, algo debimos haber aprendido ya los ciudadanos.
Debería suponerse que, como sociedad, estamos mejor preparados para esta pandemia que ha dejado en el país casi 300 mil muertes.
Muchos advirtieron desde principio que así sería. El virus no se va a ir y vamos a tener que aprender a vivir con éste.
Prácticamente, sin detractores con argumentos serios, se ha reconocido que en Puebla el manejo de la pandemia ha sido acertado. Mucho más que la media nacional. A pesar de los retrasos del Gobierno Federal en la entrega de vacunas.
Señal de ello es, sin duda, el camino hacia la recuperación económica. El gobernador Miguel Barbosa hizo un halago a la sociedad poblana en su conjunto para esto. Los niveles de contagio en nuestro estado son muy bajos. Menos de 30 casos en promedio diario, durante las últimas dos semanas.
Hemos tenido ya dos días sin reporte de fallecimientos. Sin embargo, sería un error bajar la guardia. No se ha acabado la pandemia. Falta vacunar a más menores de edad.
Vendrá la necesidad de una tercera dosis para los adultos.
Por eso toma tanto sentido la necesidad de exigir certificados de vacunación para ingresar a los lugares cerrados.
Puede parecer, a algunos ojos una “medida dura”, pero a otros les parecerá indispensable y urgente.
Lo cierto es que debe tener buenos efectos.
Porque tampoco, y lo ha dicho el gobernador, vamos a regresar al confinamiento, pues el daño a la economía sería devastador.
Otra vez, y por enésima ocasión, la recomendación es: Hay que cuidarnos, pues el COVID llegó para quedarse muchos años.