Investigadoras e investigadores del Departamento de Salud, del Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) y del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la IBERO buscan disminuir el consumo de sodio en la comida que consumen familias de la Ciudad de México con la entrega de huertos urbanos de hierbas aromáticas.
A través de la investigación Reducción de consumo de sodio en hogares mexicanos a través de la implementación de huertos familiares urbanos con hierbas aromáticas –que forma parte de la convocatoria de Investigación Científica, Humanística y Tecnológica que lanzó la División de Investigación en 2020-, se proporcionarán huertos a hogares, sin importar el tamaño de la casa o departamento, o de la alcaldía en donde se encuentren.
La Dra. Alejandra Cantoral Preciado, académica del Departamento de Salud de la IBERO, platicó que, para realizar esta investigación, 100 familias de la CDMX recibirán un huerto urbano con seis tipos de plantas: cilantro, orégano, tomillo, epazote, cebollín y albahaca.
Asimismo, se les capacitará por medio de videos e infografías sobre los cuidados y el mantenimiento que debe tener el huerto. También se abordarán temas nutricios en donde se les enseñará sobre las propiedades que tienen las plantas y cómo utilizarlas en los platillos que cocinan.
Además, recibirán información de las hierbas que sustituyen el uso de sal o de consomé en polvo. “Queremos investigar si adoptar el huerto urbano genera un cambio significativo en la salud y lo que vamos a medir como indicador directo es el consumo de sodio en la dieta. Después de seis meses pretendemos ver un cambio”, señaló Cantoral Preciado, responsable técnica del proyecto.
La docente compartió que se busca generar evidencia sobre la implementación de huertos urbanos en los hogares de la CDMX, en donde las personas viven en casas, departamentos o multifamiliares, así como en diferentes microclimas. Y sustentar con evidencia científica que un huerto en esta metrópoli es viable y tiene impacto en la salud.
“Queremos que quien se encargue de cocinar para la familia, disminuya el uso de sal y consomé y prefiera utilizar las hierbas aromáticas del huerto. Dentro de la capacitación en nutrición, haremos talleres, infografías para reconocer el sodio y aprender sobre el etiquetado frontal; crearemos un recetario con 21 hierbas para preparar bebidas, ensaladas, platos fuertes y postres. Enseñaremos para qué sirve cada hierba y cómo resaltar los sabores”, explicó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de sal no supere los 5 gramos al día para reducir la presión arterial y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la Dra. Cantoral señaló que los mexicanos consumen el doble de lo recomendado, es decir, 10 gramos.
En ese sentido, el consumo de sal es un factor totalmente asociado a la hipertensión y enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en México y en el mundo. El estudio denominado Carga de la enfermedad estima en 1.65 millones las muertes en el mundo asociadas al consumo de sodio.
La académica recordó que México no es la excepción, ya que cada vez consumimos más sal. El sodio también lo encontramos en alimentos ultraprocesados, aproximadamente en 40%, otra parte se encuentra en alimentos naturales y otra de cuando cocinamos.
“Por eso queremos incidir en la parte de la cocina. En esta nueva normalidad en la que pasamos más tiempo en casa, la gente cocina más y por eso queremos incidir haciendo pequeños cambios en el hogar”, agregó.
De acuerdo con la investigadora, para este proyecto, el InIAT ha apoyado en identificar las plantas aromáticas que quedan bien con el clima de la Ciudad de México. Asimismo, comentó que Cultiva Ciudad está asesorando sobre el cuidado de las plantas y será este proyecto el que proporciones las mismas.
También cuentan con asesores externos como la Dra. Karen Peterson, antropóloga y nutrióloga de la Universidad de Michigan. Por parte del Instituto Nacional de Salud Pública, se cuenta con el apoyo de su director, el Dr. Juan Rivera, y de la Dra. Mara Téllez.