¿Cómo les fue a los diputados federales poblanos?

Victor de Regil

 

La agonizante LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados -que concluye el 31 de agosto- será, para la bancada poblana de 22 integrantes de varios partidos, un ejercicio deshonroso, sin resultados, sin gestiones ni obras y con escenas vergonzosas, como para meter en el cajón del olvido de la historia, pues prácticamente no se rescata nada del “trabajo” que realizaron en favor de los poblanos desde San Lázaro.

Son muchos los temas, pero comenzando por los casos de abuso sexual agravado y violación sexual equiparada agravada, por los que fue desaforado Saúl Huerta Corona, hasta la nula productividad general y las frases desafortunadas, los poblanos quedaron muy mal parados y con ellos y ellas el estado que representan. Sin duda, fue una de las representaciones regionales más lamentables de esta legislatura.

¿Nos lo merecemos?

La mayoría de los habitantes los eligieron en 2018 y, en tres casos, hasta lo volvieron a hacer, a pesar de su pésimo trabajo.

En las pasadas elecciones, fueron reelegidos por mayoría relativa (voto directo) los morenistas Inés Parra Juárez y Alejandro Carvajal Hidalgo, y la petista Nelly Maceda Cabrera.

¿Usted siquiera supo de ellos y de sus “logros”?

Salvo Carvajal, quien tomó algunos temas y los llevó a los medios, más que a la tribuna, las otras dos legisladoras fueron unos fantasmas.

También alcanzaron la continuidad, pero por la vía plurinominal, el coordinador de la bancada de Morena, Ignacio Mier Velazco, y Julieta Vences Valencia.

Ella es esposa de Carlos Evangelista, quien repartió las candidaturas, como uno de los cinco integrantes de la Comisión de Nacional de Elecciones de Morena, y se quedó para sí y para ella sendas posiciones plurinominales. Él local y ella federal. Claro, con la complacencia del presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Mario Delgado Carrillo.

Del flamante diputado coordinador de la bancada de Morena, Ignacio Mier, no hay mucho que decir, pues hoy es más recordado por la presunta defensa que hizo de Saúl Huerta, que por cualquier otro episodio o logro.

Cuando le preguntaron si Huerta debía dejar el cargo, Mier respondió que “no, porque no lo hizo (la violación del menor) en su función como diputado federal, lo hizo en su vida personal y en la vida personal no me meto”.

De igual forma, logró que sus hijos alcanzaran a ocupar posiciones de elección popular. Uno será presidente municipal y otra será diputada federal. ¿Qué méritos tienen los dos hijos para ocupar dichas posiciones?, ninguno, solo tener el apellido Mier.

Desde la llegada de los 22 diputados federales por Puebla (11 de Morena, aunque Huerta fue expulsado; 4 del PES, 3 del PT, 2 del PRI, una del PAN y la independiente que arribó con Movimiento Ciudadano, Maiella Gómez) se acabaron los recursos extraordinarios para Puebla. Cero gestiones. Nada de proyectos presentados. Ningún cabildeo.

Se excusarán diciendo que con el régimen lopezobradorista es imposible jalar dinero extra, porque todo se reparte desde la Secretaría de Hacienda (SHCP), lo que es parcialmente cierto.

Porque en otras entidades, en cambio, sí han llegado obras.

Para Puebla, en los ejercicios fiscales 2019, 2020, 2021 y así se advierte para 2022, nada.

¡Y nada es nada!

Lo peor de todo esto es que los próximo 22, pues se repite el número de los 15 de cajón de mayoría, más siete plurinominales, de Puebla no pinta distinto.

Ojalá no ocurra.

Que no vayan solamente a calentar la curul. Que no sean una horda de levantadedos.