Por Teodoro Rentería Arróyave
Es cierto que las bancadas de MORENA en ambas cámaras del Congreso de la Unión continúan con su defensa de la estrategia de seguridad pública del anterior gobierno federal que encabezara Andrés Manuel López Obrador, a pesar de ello, la verdad es que la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo está en la implementación de una nueva planeación de la que se desprende que se acabaron los abrazos.
A tal grado es el cambio que ya se iniciaron las críticas, desde luego interesadas, por las acciones de inteligencia, pero con fuego cuando se requiere por parte de los cuerpos de seguridad: Guardia Nacional, Defensa y Marina, además de corporaciones locales. “Ahora son balazos” reprocha cierta comentocracia.
Es de reconocerse que ya no se usa el antiguo falaz argumento de que los ataques sangrientos son entre los carteles de la droga, “se matan entre ellos”. Toda expresión de violencia nos debe de preocupar y es obligación del estado la seguridad pública y la pacificación del país.
Bien que se nos esté informando de las detenciones de presuntos cabecillas de llamado crimen organizado.
Y en forma muy importante, que las comisiones correspondientes del Senado de la República hayan aprobado con el apoyo de la oposición la reforma al 21 constitucional que da facultades de investigación a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, SSPC, así es, la aprobación fue por unanimidad.
Como antiguo reportero de las fuentes policiacas y judiciales, siempre he expresado que fue un grave error cancelar al Servicio Secreto, que actuaba en todo el país no obstante que era una organización policíaca local del antiguo Distrito Federal.
La explicación es la siguiente, el Servicio Secreto, obvio, era una institución policiaca anticonstitucional, ya que se le habían otorgado poderes amplios entre ellos, en forma preponderante, de investigación.
Que había abusos, los hubo, el uso de la tortura era común. Para las nuevas generaciones es de explicarles el termino “El Pocito”, por las inmediaciones del cerro del Tepeyac, atrás de la antigua Basílica de Guadalupe, había un cuartel donde se practicaba la tortura del ahogamiento, meter la cabeza del detenido en una pileta para hacerlo confesar un supuesto delito.
Con todo eso, que desde luego es reprobable, México era un país pacífico, podía uno caminar por las calles de las ciudades y pueblos con toda confianza. Los delitos comunes eran los cometidos por los “carteristas”, el arrebato de bolsos a las damas y sombreros a los caballeros, la “tiradita, el delincuente lanzaba al paso del peatón monedas o billetes cuando el incauto quería recoger el hallazgo aparecía el delincuente para reclamar que “él lo vio primero”, se armaba la discusión y en la confusión, era desvalijado el inocente viandante.
De acuerdo que bueno que el Servicio Secreto fue desaparecido, el error es no haberlo sustituido con una organización como la que ahora propone la presidenta Sheinbaum Pardo, es decir la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana con poderes de investigación.,
En sesión de las comisiones de Puntos Constitucionales, Estudios Legislativos y Seguridad, el panista Ricardo Anaya explicó su voto a favor porque la iniciativa “pone el acento en algo que es clave si queremos pacificar al país: la investigación de los delitos; y, segundo, porque establece una coordinación bajo un mando civil”.
“Esos son dos grandísimos aciertos de esta reforma”, señaló al insistir en que la ruta para pacificar al país es la investigación para desmantelar a las organizaciones criminales y no solamente “descabezarlas”, porque eso en muchos de los casos agrava el problema.
El secretario Omar García Harfuch tiene la gran tarea, poner en práctica la nueva estrategia de la Presidenta de la República, ha probado ya su eficacia y su lealtad. García Harfuch es hijo del que fuera eficiente, leal y reconocido funcionario de la inteligencia policíaca nacional, don Javier García Paniagua, por cierto, fue muy amigo y cercano a los periodistas.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org y el portal: irradianoticias.com