Por Teodoro Rentería Arróyave
La Comisión de Gobernación del Senado de las República aprobó por mayoría exhortar al gobierno de la Ciudad de México, que preside Claudia Sheinbaum Pardo, modificar el nombre del Zócalo capitalino, por “Plaza de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1824”.
Nos parece muy razonable tal recomendación, que no logró unanimidad por el voto en abstención del panista José Alfredo Botello Montes, seguramente un hispanófilo irredento, y que conste que soy un hispanista convencido, aunque es de sugerirse que se simplifique tal denominación como “Plaza de la Constitución de 1824” para que cale o se haga popular en la población, ya que como fue aprobado, el nombre resulta demasiado largo o farragoso.
Un poco de historia, el nombre de Zócalo, le fue impuesto por el pueblo por la construcción frustrada, en ese lugar emblemático, de la Columna de la Independencia, “en 1843 el entonces presidente de México, Antonio López de Santa Anna, ordenó la construcción de un monumento a la Independencia que estaría en el centro de esta plaza. El encargado de ejecutar el diseño de la columna fue el arquitecto español Lorenzo de la Hidalga, sin embargo, debido a los problemas económicos y políticos que resultaron de la invasión de Estados Unidos a México en 1854, la obra fue abandonada”.
Seguimos, “solo se pudo edificar la base circular, de ocho metros de diámetro y treinta centímetros de altura, que serviría como basamento para la columna; en arquitectura a este elemento se le denomina “zócalo”. Con el tiempo fue común que la gente tomara al “zócalo” como un punto de referencia, hasta que fue habitual denominar a este punto de la capital metropolitana como el Zócalo de la Ciudad de México”.
Finalmente, con Porfirio Díaz, en el Centenario, se construyó la hermosa y celebre Columna de la Independencia en el Paseo de la Reforma, cabe reconocer que el vulgo se impuso de tal manera que la fuerza de las costumbres populares obligó a la Real Academia de la Lengua aceptar que Zócalo es una plaza pública.
También, debemos de recordar que, primero fue el centro de la Gran Tenochtitlan, en la Conquista fue Plaza Mayor y su nombre oficial hasta la fecha es Plaza de la Constitución que fue motivado en homenaje a la Constitución Política de la monarquía española aprobada en la ciudad de Cádiz el 19 de marzo de 1812, misma que nunca fue observada en nuestro país
La presidenta de dicha comisión, Mónica Fernández Balboa de MORENA, autora de la propuesta, destacó que el punto de acuerdo fue aprobado por amplia mayoría de los senadores presentes:
“Se aprueba por mayoría, con una abstención, el punto de acuerdo por el que se exhorta respetuosamente al gobierno de la Ciudad de México a homenajear el bicentenario de la organización política federal establecida en la Constitución federal de los Estados Unidos Mexicanos el 4 de octubre de 1824, modificando el nombre oficial actual de la Plaza de la Constitución, decretado como nombre oficial Constitución Política de la monarquía española, por el de Plaza de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, promulgada en la Ciudad de México el 4 de octubre de 1824”
El punto de acuerdo será presentado al Pleno. A nosotros nos parece de la mayor relevancia, ya que resultaba aberrante, que el nombre del corazón geográfico, político y social de nuestra República Mexicana, de nuestra Patria, a estas alturas del Siglo XXI siga ostentando el nombre odioso impuesto desde la monarquía española y en homenaje a una Constitución que nunca fue observada por los mexicanos. Aprobemos que el Zócalo que sólo tiene una referencia de una obra malograda, en honor a su bicentenario, se le reconozca como “Plaza Pública de la Constitución de 1824”, la primera auténticamente mexicana.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias