Por Teodoro Rentería Arróyave
SÉPTIMA Y ÚLTIMA PARTE
Concluimos con las frases del segundo discurso de la doctora, Claudia Sheinbaum Pardo que pronunciara este 15 de agosto como presidenta electa de México, que agregadas al primero al que ya nos referimos, delinearán, de acuerdo con nuestro personal criterio periodístico, al Gobierno de la primera presidenta de México:
En ese propósito terminamos con el que la inminente Jefa del Ejecutivo Federal calificó como el segundo mandato de las urnas: “Es tiempo de Mujeres”, que empata con nuestro pronunciamiento de que, “el siglo XXI es el siglo de las mujeres”.
Claudia Sheinbaum, en una retrospectiva de la historia patria, nos recuerda que tuvieron que transcurrir “sesenta y cinco hombres presientes previos para que hoy podamos decir presidenta”.
Para luego afirmar en esa línea de la lucha de la igualdad de géneros, que no se cansará “de repetir que no es un triunfo individual”, al precisar que ese día -15 de agosto de 2024-, “llegamos todas, con la llegada de la primera mujer presidenta”, al insistir, al repetir que “no es un triunfo individual” porque “el pueblo de México tomó la decisión de que continuara la transformación y que fuera tiempo de mujeres”.
Y se remitió a la historia patria para hablar de las mujeres: Porque, afirmó, “hoy con nosotras llega Leona Vicario, ideóloga, independentista, pionera del periodismo, mujer comprometida con la causa insurgentes. Llega Josefa Ortiz, perdonen que no diga de Domínguez, quien orientó el rumbo de la lucha y definió los tiempos que marcaron la primera transformación.
Y también llegan las chinacas, que defendieron a la patria y jugaron un papel importantísimo en la defensa de nuestra soberanía y nuestra independencia. También llegan las obreras, pioneras de la exigencia de los derechos laborales frente a la dictadura de Porfirio Díaz.
Llegan Dolores Jiménez y Juana Gutiérrez, precursoras intelectuales que empujaron junto con grandes hombres la Revolución. Además de los ideales de justicia social, incorporaron demandas que tienen vigencia hasta nuestros días como el cierre de la brecha salarial.
Llega Elvia Carrillo Puerto, Hermila Galindo, Refugio García, Consuelo Uranga y Esther Chapa, que, con la tercera transformación, la Revolución Mexicana, conscientes de que es imposible hablar de justicia social, excluyendo las demandas de las mujeres, lucharon por el reconocimiento del derecho a votar. Y el derecho a la educación, el derecho al divorcio y el derecho a la salud, claro que amamos a nuestras familias y a nuestros esposos, pero son derechos irrenunciables.
A todas ellas les dijeron, nos dijeron que éramos el sexo débil, pero demostraron y hemos demostrado, no solo la indiscutible fuerza de estas mujeres históricas sino su fuerza popular y revolucionaria y de todas nosotras.
Llega Sor Juana Inés de la Cruz, llega Frida Kahlo, llega Rosario Castellanos. Pero además de estas referentes históricas, cuando digo llegamos todas, no solo me refiero a quienes, ahora saldando una deuda histórica con nuestro pasado, tienen un lugar en el paseo de las heroínas en Reforma.
En el nombre de una calle o de quienes se han escrito biografías o filmado películas. También llegan las invisibles que con estas líneas hago visibles. Hago aparecer a quienes quisieron desaparecer, las que lucharon por su sueño y lo lograron, las que lucharon y no lo lograron. Llegan las que pudieron sacar la voz y las que no lo hicieron. Llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas.
Llegan las más marginadas. Llegan las abuelas, las bisabuelas que no aprendieron a leer y escribir porque la escuela no era para niñas. Llegan nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes, Llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslo todo.
Llegan nuestras hermanas, llegan nuestras compañeras, llegan nuestras amigas, llegan las mujeres anónimas, las heroínas anónimas que, desde su hogar, las calles o sus lugares de trabajo, lucharon por ver este momento. Llegan ellas las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si nacíamos siendo mujeres o naciendo, siendo hombres, podemos realizar nuestros sueños y deseos.
Sin que nuestro sexo determine nuestro destino. Llegan ellas, todas ellas, que nos pensaron y nos piensan libres y felices. Y con todas ellas. A nuestro lado, aquí cerquita de nosotras, llegan también nuestros grandes anhelos, que no son solo para las mujeres. Las mujeres tenemos el anhelo de la justicia y la libertad para el pueblo de México.
Llega nuestro amor a la patria, llega nuestro amor a nuestros hijos y a nuestras hijas, a la familia, llega nuestro anhelo de justicia para todas y para todos. Llega también la continuidad de la cuarta transformación de la vida pública de México. Nada de esto sería posible sin lo generoso de nuestro movimiento. La Cuarta Transformación abrió la puerta para todas y todos los mexicanos y abrió la puerta también para todas las mujeres mexicanas. A todas ellas no solo les digo, llegamos juntas, sino gracias.
Gracias por abrir brecha y en algunos casos incluso sacrificar su propia vida para que pudiera suceder este momento. A ustedes, a todas ustedes, predecesoras y contemporáneas, les digo, sin ustedes, sin su lucha pública o privada, silenciosa o en voz alta, simplemente este momento no hubiera sido posible. Que viva la cuarta transformación y que vivan los tiempos de las mujeres. Así, reivindicando el ser mujeres con quienes compartimos el anhelo de un país justo, solidario, soberano, donde todos y todas tengamos todos nuestros derechos garantizados. Con la responsabilidad política y moral que este hermoso día de confirmación de nuestro triunfo colectivo significa, les digo, sigamos construyendo juntas y juntos.
Sigamos construyendo nuestra patria grande, donde nunca más se escriba una historia sin el pueblo de México, donde nunca más se escriba la historia sin nosotras, o en otras palabras les digo a todas y a todos, sigamos haciendo historia. Tenemos una tarea enorme por delante. En muy poco deja y cierra su ciclo el mejor presidente Andrés Manuel López Obrador. Siempre vamos a guardar su legado de este gran dirigente y de este gran presidente. Pero nos toca seguir unidos, seguir construyendo, porque nos debemos al pueblo de México.
Y aquí en voz alta, contenta, orgullosa de representar a nuestro pueblo, a nuestra patria y nuestra historia, les digo, como siempre, no mentir, no robar, y nunca vamos a traicionar al pueblo de México. Viva la cuarta transformación, viva el presidente López Obrador, viva el pueblo de México, vivan las mujeres, viva México, viva México, viva México.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org y el portal: irradianoticias.com