Por Teodoro Rentería Arróyave
Lo ocurrido este miércoles 1 de febrero en el recinto de la Cámara de Diputados a la apertura del periodo legislativo y por tanto en la sesión de Congreso General, no tiene antecedentes en toda la historia del país.
Como es ya del dominio público, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara baja, que al mismo tiempo funge como Presidente del Congreso de la Unión, el panista Santiago Creel Miranda, por cierto, secretario de Gobernación en el sexenio del polémico Vicente Fox Quesada, no permitió la entrada de la Escolta del Ejército Mexicano, comisionada a llevar a cabo los honores a nuestros símbolos patrios: La Bandera, El Escudo y el Himno Nacional.
El legislador ha querido explicar, sin que hasta el momento alguien le haya entendido, al decir que sólo “cumplió con respetar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos al no permitir que la Escolta militar entrará al recinto parlamentario porque venía equipada con armas de alto poder”. Desde luego no se refirió en la serie de entrevistas radiofónicas y televisivas, así como en el mensaje que emitió poco después, al artículo constitucional que se estaba violando.
Si a esas vamos, a partir de hoy deben de prohibirse las paradas militares, es decir los desfiles, porque las tres fuerzas que conforman al Ejército y a la Marina Armada de México, van armados, y no sólo eso, van a dar cuenta de poder de fuego.
También se les debería de prohibir a la Escolta militar la entrada, entre otros recintos oficiales, a Palacio Nacional, para llevar a cabo los honores a los símbolos patrios, como por ejemplo el “Día del Grito” de los 15 de septiembre.
Creel Miranda parece no entender que precisamente las Escoltas del Ejército o de cualquier otra fuerza como las de las corporaciones policíacas son las designadas para esos protocolos y provocan o despiertan, con su marcialidad, los sentimientos patrios.
México contempla en su Constitución para el ejercicio de la administración pública y la defensa del territorio nacional tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, todos ellos constituidos en base al sistema democrático que nos hemos dado.
Tanto el poder Legislativo como el Judicial están constituidos por un colegiado, es así como por ello las decisiones se toman por mayoría de los votos emitidos, con su variante de la votación calificada, que consiste en que las dos terceras partes deben de estar de acuerdo para decisiones de amplia envergadura.
En el caso del Poder Ejecutivo, lo mandata la Constitución, el Poder recae en una sola persona, el Presidente de la República, quien además es el Comandante Supremo de las fuerzas armadas, en consecuencia, él sí podría ordenar a las escoltas, y a los contingentes militares de tierra, agua y aire de que no se presenten con armas ni en los actos protocolarios ni en los desfiles, lo cual sería una aberración supina.
Cuando menos Creel Miranda debió haber sometido a votación su intolerancia, no lo hizo porque seguro que le hubiera sido adversa. Sí fue la de Santiago Creel una decisión precipitada, malo y si fue premeditada, doblemente malo.
En fin, Santiago Creel Miranda que ya se ha destapado como precandidato a la Presidencia de la República por su partido Acción Nacional, PAN, y por ende de la Alianza Opositora, cuando menos debería de ofrecer una disculpa pública, puesto que su protagonismo le ganó y con ello no sólo agravió a la Escolta designada, sino al Ejército, al propio Congreso de las Unión y a nuestros Símbolos Patrios.
De última hora: Luego que diputados del partido Movimiento de Renovación Nacional, MORENA, y aliados exigieron la renuncia de Creel Miranda por no permitir la entrada de la Escolta de Banderas del Ejército Mexicano, porque según el legislador panista los militares iban armados, pero sin municiones, es decir sin balas, al pleno para rendir honores a la bandera nacional, el propio presidente de la mesa directiva Santiago Creel Miranda, no tuvo más remedio que declarar: “que asumía sus errores y su responsabilidad”. Menos mal.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com