Por Teodoro Rentería Arróyave
Empecemos, precisamente por el análisis del reconocido colega, Jorge Zepeda Patterson, publicado en la prestigiada plataforma sinembargo.com que tituló: “NO ES MUY DEMOCRÁTICO ASUMIR QUE EL 60 POR CIENTO ESTÁ EQUIVOCADO”
Empieza por afirmar que “romper la inercia de gobiernos favorables a la élite solo pudo hacerlo un opositor bragado como López Obrador y gobernó con todo lo que ello implica, excesos incluidos. Habría que criticarlos, desde luego, pero no podemos hacerlo como coartada para justificar o pedir el regreso de lo que había antes.
Vota por la democracia, vota contra Morena, dicen los intelectuales críticos. Aseguran que los ciudadanos deben defender al orden democrático o condenarse a vivir en el despotismo. Puede entenderse que en una campaña política los protagonistas acudan a un enfoque del tipo “yo o la barbarie”.
Es cierto que conductores de radio y televisión – y demás analistas-, viven de atizar el fuego; ellos no están en el negocio de analizar la realidad sino en el de inflamar indignaciones y gestionar miedos y pasiones.
Se necesita una dosis de soberbia no dar el beneficio de la duda a la toma de posición de la mayoría de los mexicanos que apoya al actual proceso de cambio. No es muy democrático asumir que el 60 por ciento está equivocado. La única manera de sostener esa tesis sin rubor es atribuir tal apoyo a la demagogia de López Obrador que los mantiene engañados o, de plano, al oportunismo de los pobres, empeñados en recibir unas dádivas.
La opción es terrible: o imbéciles o vendidos. ¿Ninguna posibilidad de atribuir a los campesinos, albañiles, vendedores ambulantes, jardineros, obreros y un largo etcétera, la capacidad de observar su realidad, su relación con el mundo y entender qué les conviene o qué les hace justicia? Por qué no habrían de preferir un gobierno que, con aciertos y desaciertos, ha conseguido aumentar su aportación en el ingreso nacional. ¿Si les atribuimos la habilidad para arreglar los motores del auto o la sabiduría para hacer brotar flores de nuestros jardines, por que asumir que son incapaces de votar por lo que les conviene?
¿Deriva autoritaria, despotismo? Otra vez es confundir forma y fondo de manera oportunista. Puedo entender que les moleste los modos y la personalidad de Andrés Manuel López Obrador. Se vale, nadie es monedita de oro, y menos alguien que ha venido a contradecir rompiendo muchas de las normas de etiqueta de la democracia de la simulación”.
Y Concluye, “el dilema en todo caso no está entre la democracia y el autoritarismo, sino en la posibilidad de seguir insistiendo en reparar la injusticia social que moralmente nos denigra a todos, espero que en la segunda oportunidad lo hagamos mejor, o sacrificar esta intención en aras de regresar a una versión de un supuesto paraíso que excluía a tantos”.
La prestigiada Premio Cervantes, Elena Poniatowska, ha declarado: “Tengo una enorme esperanza en Claudia Sheinbaum porque la conozco hace mil años”
En una entrevista con el diario El País”, Elenita, para los amigos, recuerda los días en la cárcel de Lecumberri, el agujero negro en que el Partido Revolucionario Institucional, PRI, arrojó a escritores, sindicalistas, disidentes del régimen. Allí fueron a dar los huesos de los dirigentes estudiantiles del 68, aquellos que sobrevivieron a la matanza de Tlatelolco.
La gran escritora mexicana viva, cronista de las grietas de la época, conocía de memoria sus pasillos, sus celdas, sus habitantes: sus entrevistados. A veces, se cruzaba con Annie Pardo, una científica que acudía también a visitar a sus compañeros presos. Pardo, que acogía en su casa asambleas del joven movimiento, solía llevar consigo a su hija, una niña de seis años que décadas después diría que los viajes a Lecumberri forjaron su futuro político. En aquellas galerías lúgubres, la niña y la escritora se conocieron. Fue un encuentro que tenía algo de profético. Era la primera vez que Poniatowska veía a Claudia Sheinbaum.
Usted tiene 92 años. Lleva 82 en México. ¿Lo ha visto cambiar mucho? Le preguntan y responde: Llegué después de la Revolución Mexicana. Mi madre nació en Francia, en París. Eran mexicanos hacendados que se fueron en la época en que se fue Porfirio Díaz y cuando regresaron ya no tenían nada.
Llegué a un país donde había un solo partido, el Partido Revolucionario Institucional, y empecé a ir mucho como periodista, así como usted viene, a la cárcel. Quería conocer a mexicanos que no se parecieran a mi familia o a mi medio social; conocer otras vidas que eran totalmente ajenas a la mía. Por ejemplo, conocí a una mujer, Jesusa Palancares, que estuvo en la Revolución Mexicana, fue soldadera.
Conocí a los ferrocarrileros de la huelga de 1959. Entrevisté varias veces a David Alfaro Siqueiros, que había estado en la cárcel antes y lo vi en Lecumberri. Me acuerdo de que tenía el pelo muy alborotado y le dije: ‘¿Y usted cuando se peina?’, y me dijo: ‘Me peina regularmente el Partido Comunista’. Y muchos campesinos que vivían allí. Fui mucho a la cárcel y eso me ha ayudado a conocer padres y madres de familia absolutamente admirables, a estudiantes que estaban dispuestos a dar su vida.
A la pregunta: ¿Cuál es el principal problema de México? Sin ambages contesta: La inseguridad y el nivel de vida de la gente, aunque ha subido. Otro problema importante, otro deseo enorme, otra esperanza, es la educación. Si hay escuelas para todos, si hay trabajo para todos, si hay buenos salarios, sube el nivel de vida.
A la dura pregunta: ¿López Obrador o Claudia Sheinbaum?, directa contesta: Claudia Sheinbaum, porque es la ilusión, es universitaria, física, profundamente intelectual y con ella viví momentos que jamás viví con López Obrador.
¿Y la oposición? A Xóchitl Gálvez: Siempre la veo sonriente. Como decimos en México, aguanta un piano, porque la prensa, La Jornada, donde yo trabajo, la ataca, la denuesta con frecuencia, y creo que ella sigue saliendo con su sonrisa. Políticamente, no he estudiado realmente sus propuestas, pero jamás se me ocurriría hablar mal de Xóchitl Gálvez.
Finalmente, sobre la coalición PRI, PAN y PRD, el descuadre de derecha e izquierda que van de la mano. Contesta: Tampoco lo entiendo yo, es un gran signo de interrogación. En México a partir de la Revolución siempre ha habido una mezcla de gente muy rara. El tejido de la historia de México es muy inesperado.
Segamos, ahora con los deslindes: La candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum informó en redes sociales que se reunió con Alejandra del Moral, excandidata del PRI a la gubernatura del Estado de México, que perdió la contienda con la actual gobernadora Delfina Gómez Álvarez.
En una carta publicada en sus redes sociales, dirigida a Alejandro Moreno, aún líder nacional del PRI dijo que la actual dirigencia del PRI «ha dejado de lado los ideales revolucionarios de democracia y justicia social».
En la misiva señala que “la esencia de la democracia radica en la capacidad de escuchar y comprender las diversas perspectivas, buscar puntos de encuentro y trabajar en soluciones que beneficien a todos. Esta ha sido y seguirá siendo mi guía. Continuaré promoviendo los valores en los que creo y contribuyendo al progreso de nuestra nación desde otros ámbitos”.
Ya se pueden imaginar los ataques y calificativos de los sobrevivientes del viejo PRI; de traidora y para arriba a su ex abanderada. “Es tiempo de mujeres y es tiempo de la transformación, declaró, por su parte, Claudia Sheinbaum.
En Yucatán la candidata del Partido de la Revolución Democrática, PRD, Jasmín López, más conocida como “Tina Tuyub a la gubernatura de Yucatán, declinó a favor de Morena, es la respuesta del PRD a la negativa de una coalición con el PRI y el PAN en Yucatán. Dijo la ahora excandidata perredista.
Por último, la candidata de Movimiento Ciudadano, Esther Mejía, declinó a favor del candidato de MORENA, Javier López Casarín en pleno debate por la alcaldía, Álvaro Obregón, Ciudad de México. La ahora excandidata de Movimiento Ciudadano confirmó ante las cámaras que se suma al proyecto liderado por Claudia Sheinbaum, aspirante presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, al externar su apoyo al candidato de Morena en Álvaro Obregón, Javier Joaquín López; a Clara Brugada, en la Ciudad de México, y al proyecto que representa Claudia Sheinbaum, candidata presidencial.
ESTAS SON LAS ADHESIONES, DESCALIFICACIONES Y LOS CONGRUENTES ANÁLISIS.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org y el portal: irradianoticias.com