Celebrando al  PRI, apunte al subdesarrollo

José Antonio López Sosa

Qué tan pobre es la democracia y la política en México que, pareciera un júbilo que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sí, el de Peña Nieto, Videgaray, Lozoya Austin, Lozano (#LaCabraLoca) y para cuya administración prestó sus servicios el general Cienfuegos, haya ganado en las urnas en los procesos locales tanto en Coahuila como en Hidalgo.

 

No sorprende la derrota de MORENA, se han ganado el desprecio de ciertos sectores de la población un día tras el otro, pero lo preocupante es que no hayan nuevos cuadros, nuevos liderazgos y nuevas opciones fuera de el propio PRI, Acción Nacional (PAN) o el casi inexistente Partido de la Revolución Democrática (PRD). No quiero decir que los logotipos están derruídos, pero sí la clase política que los represente y donde no se ha permitido tener nuevos liderazgos que resulten un contrepeso serio.

 

Cómo está de deteriorada la política que se autonombró contrapeso un partido que no logró el registro, encabezado por la esposa de un cuestionado ex presidente (Margarita Zavala) y con el apoyo del propio ex presidente (Felipe Calderón).

 

Cómo está de deteriorado el panorama que le dieron el registro de partido político al pariente de la señora Elba Esther Gordillo y a un segmento religioso.

 

Cómo está de deteriorada la democracia que hay quienes celebran el triunfo del PRI, olvidándose de Roberto Borge, Javier Duarte de Ochoa y César Duarte, que representaban según palabras del ex presidente Peña Nieto, al «nuevo PRI» por ahí del año 2012.

 

¿A costa de qué quitarle la mayoría a MORENA el año entrante?, en un escenario prudente pensaría que mediante la aparición de nuevos líderes, de gente distinta y una nueva clase política que entienda lo que ocurre y esté distanciada de los de siempre, de las transas de siempre y de las corruptelas de siempre, pero si sacamos a unos para meter a otros iguales o peores (como ocurrió en 2012), las perspectivas serán muy desoladoras para el país.

 

Ardua tarea tienen los partidos políticos, ojalá la ciudadanía concientice y no tienda la mano, a quien por décadas, se ha tomado el pie.