Como se ven las cosas, si Morena concreta la expulsión de Ricardo Monreal de sus filas, o si él finalmente decide salir y, como ha dejado ver, buscar la nominación presidencial de la alianza opositora, el senador poblano Alejandro Armenta Mier, quien es presidente de la Cámara Alta e identificado como cercano al zacatecano, se quedará solo, sin su mayor y más poderosopromotor a nivel nacional.
Sin embargo, en cambio, obtendrá una ansiada libertad política, si se deslinda con talento y oportunidad.
El posible destierro del ex gobernador de Zacatecas del paraíso lopezobradorista -como se especula que ocurrirá pronto- será estridente.
Pero tampoco generará muchos cambios al camino que, de por sí, el poblano lleva en solitario, desde hace semanas.
Siendo analíticos, Monreal ya no representa ningún apuntalamiento al proyecto de Armenta de ser candidato a gobernador de Puebla, por la Cuarta Transformación (4T).
Al contrario, parece un pasivo.
Para muchos analistas políticos, se da por hecho la expulsión o renuncia partidista del coordinador de los senadores de Morena.
Ciertamente, Monreal no tiene ya interlocución con Palacio Nacional. Molesta mucho al Presidente.
Lo pone constantemente de malas, porque además le gana varias partidas. Se ha convertido en un verdadero solor de cabeza
Pero ¿qué pasaría si Monreal deja a Morena?, se especula que unos 12 a 20 senadores seguirán a Ricardo Monreal Ávila, quien no dio respuesta al ofrecimiento presidencial de otorgarle la candidatura al Gobierno de la Ciudad de México, por Morena, si dejaba de molestar, pero no lo ha hecho.
Porque efectivamente, a eso se ha dedicado Monreal.
Pero no hay que perder de vista que su expulsión o salida podría tener una equivalencia de un divorcio con platos rotos y azotones de puertas.
Alejandro Armenta será una especie de hijo de familia, que, con los ojos temerosos, ve el final de la relación de sus tutores.
Pero finalmente, el poblano deberá quedarse a la sombra y cobijo solamente de uno. Pero deberá ser una decisión real y honesta. Sin simulaciones. O con uno o con otro. Con los dos es simplemente imposible.
La lógica indica que el poblano buscará enviar el mensaje correcto a Palacio Nacional para ser tomado en cuenta en la sucesión de 2024.
Morderse la mano y ver cómo se va su protector, Monreal, mientras él se queda en Morena. Porque eso ha dicho que hará. Porque no hay otro camino viable.
En Puebla, solamente Morena, con la fuerza del barbosismo, puede llevar a buen puerto su proyecto, si es que primero consigue la candidatura.
Alejandro Armenta, especialmente en el escenario poblano, no tiene cabida en la alianza opositora.
La reiterada especulación de que podría ser abanderado de Movimiento Ciudadano se ha derrumbado, porque en todo el país el partido de Dante Delgado navega como operador de facto del lopezobradorismo.
Es más, lo hace abiertamente en torno a Claudia Sheinbaum, quien avanza hacia la postulación presidencial, cada vez con menos obstáculos.
Armenta ya solamente tiene a Armenta.
Y eso puede ser muy bueno.
Pero también muy complicado.