Victor de Regil
Hemos mencionado en este espacio, en reiteradas ocasiones que, aunque las encuestas han perdido la credibilidad de hace varios años, siguen siendo el único instrumento que tenemos para conocer el humor social que impera en los distintos procesos electorales.
Dicho lo anterior, y mientras el precandidato de la alianza de Morena-PT-PVEM-PNA-FXM, Alejandro Armenta, registra 51% de las preferencias para la gubernatura de Puebla, en el concentrado denominado “Encuesta de Encuestas”, que recurre a 25 mediciones realizadas por 13 empresas encuestadoras en los últimos 2 meses, el aspirante del frente opositor conformado por PAN-PRI-PRD-PSI, Eduardo Rivera Pérez, obtiene sólo el 32%, que representa una distancia promedio de 19 puntos porcentuales.
Luego de las llamadas “precampañas”, las cuales terminaros el pasado 3 de enero, los precandidatos a la gubernatura entraron en un periodo denominado, en el calendario electoral, como intercampaña.
Ciertamente, y como no pueden hacer proselitismo electoral en estos momentos, la realidad es que en las encuestas de diciembre de 2023 y enero 2024, las mediciones demoscópicas realizadas por empresas nacionales y locales, muestran variaciones en las preferencias electorales respecto de las fuerzas políticas y sus abanderados, que compiten rumbo a los comicios del próximo 2 de junio de 2024.
Dicha ventaja se amplió, aunque en un porcentaje menor, en el periodo de precampañas, pues el 25 de diciembre Morena y sus aliados registraban 50.0%, mientras que Mejor Rumbo para Puebla obtenía 33.0%.
Un análisis cualitativo arroja que los eventos regionales de Alejandro Armenta y su repercusión mediática fueron mejores que los realizados por Eduardo Rivera, lo cual repercutió en que la brecha promedio que registraba antes del 25 de diciembre, aumentara en 2 puntos porcentuales, a partir de los 10 días de proselitismo entre militantes y simpatizantes de cada uno de los partidos políticos a los que pertenecen.
El panista, al menos en lo que respecta a la fecha, sigue sin contar con un aparato de comunicación mediática eficiente y por el momento su gran apuesta de posicionamiento corre por las redes sociales.
El tracking o promedio en movimiento realizado a partir de las distintas mediciones de los últimos 2 meses, marca una tendencia favorable para Alejandro Armenta, pues en la línea de regresión del gráfico se observa un comportamiento estable para el abanderado morenista, mientras que el candidato blanquiazul muestra una disminución en las preferencias.
Lo que respecta a Movimiento Ciudadano, por su parte, se mantuvo con un promedio del 4.5% en el último mes.
En la llamada “Encuesta de encuestas” se observan las 10 principales mediciones realizadas entre los meses de diciembre y enero, las cuales tienen metodologías distintas. Cuatro fueron realizadas en vivienda con una base de 1,200 entrevistas, con un margen de error de +/- 3%. Las otras 6 mediciones se realizaron con una base promedio de 800 entrevistas telefónicas, cuyos resultados muestran coincidencias con las realizadas en vivienda.
Los resultados muestran variaciones de entre 12 y 40 puntos de distancia entre los dos principales precandidatos, resultando un margen de victoria promedio de 19 puntos para Alejandro Armenta frente a Eduardo Rivera.
Lo relevante es que ningún estudio demoscópico arroja una distancia menor a dos dígitos entre ambos precandidatos; incluso el más reciente, el publicado este lunes por El Heraldo de México, otorga a Armenta una ventaja de más de 15 puntos sobre Rivera.
Algo importante que no debemos olvidar a la hora de analizar esta información, es que Alejandro Armenta lleva al menos 2 años de campaña, siendo el último año de una enorme exposición mediática, así como la pinta de bardas y la colocación de espectaculares lo que, en definitiva, provoca que arranque con una gran ventaja sobre su más cercano competidor.
¿Esto cambiará en la campaña constitucional? Ya se verá.