El reciente encuentro entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum; el gobernador Sergio Salomón y el gobernador electo, Alejandro Armenta nos muestra que los cuatro están siendo protagonistas de una transición modélica, nunca antes vista, tanto a nivel federal como estatal.
Y es que, se trata de la primera vez que aparecen juntos en un evento público, en un mismo escenario, tras el aplastante triunfo de Morena el pasado 2 de junio. Se notó empatía, respeto, identificación y hasta afecto.
Tanto el presidente como la presidenta electa tienen en alta estima al gobernador poblano y estos tres reconocen las virtudes, los méritos y el potencial del gobernador electo, quien a su vez luce comprometido, agradecido y sincero.
Al hacer uso de la palabra como anfitrión, Sergio Salomón no desaprovechó para reiterar y dejar en claro varias cosas, pero en especial dos: la enorme simpatía y admiración que siente por López Obrador y la excelente relación que guarda con Alejandro Armenta.
De hecho, re refirió a éste en términos sumamente elogiosos, algo verdaderamente inusual entre quien ya casi se va y quien ya casi llega al poder.
Las expresiones de Sergio Salomón adquirieron doble valor, tanto por lo que dijo como por ante quienes lo dijo: AMLO y Claudia Sheinbaum.
Expresó, textualmente, el gobernador de Puebla: “Saludo al gobernador electo de Puebla, a mi amigo Alejandro Armenta, quien al igual que un servidor, comparte los ideales de ustedes, señor presidente y señora presidenta electa. “Por eso es que no tengo la menor duda de que al amparo de sus ideales, Alejandro será un gran gobernador de Puebla y puedo afirmarlo con mucha puntualidad: Alejandro es garantía de la construcción del segundo piso de la cuarta transformación en nuestro estado; además, sé de su gran amor por Puebla, de su integridad y su ética. “Por ello, no dudo en garantizar que Puebla estará muy bien cuidada en tus manos, estimado gobernador“.
Sergio Salomón no se ahorró palabras de reconocimiento y agradecimiento tanto hacia Claudia Sheinbaum como hacia López Obrador, quien realizó una de sus últimas giras de trabajo por Puebla como presidente de México.
“Es un enorme privilegio tenerlos a ambos en Puebla, esta es su casa. Aquí se les quiere, se les respeta y se les reconoce como lo que son: dos referentes del movimiento transformador más importante del mundo, en los últimos tiempos. “(…) Señor presidente, hemos aprendido de usted la visión de que el poder sirve y debe usarse para cambiar vidas, y nunca más para un beneficio propio… “Es difícil poner en palabras lo que significa para nosotras y nosotros como poblanos tenerlos aquí, a los dos juntos. Para mí, en lo personal, es un honor que agradezco a la vida el tener la fortuna de caminar a su lado, el que me hayan permitido y me sigan permitiendo ser parte de esto que es más grande que cualquiera de nosotros. “Tengo la convicción de que, efectivamente, estamos haciendo historia, de que ésta es una transformación equiparable a las vividas en el siglo diecinueve y principios del veinte; y que lo que viene será aún mejor, pues será la consolidación de la lucha que ambos han dado durante más de tres décadas.
Sí, la gira de hace unos días en Puebla confirmó que asistimos a una cohabitación ejemplar, pero en especial a una transición inédita y modélica.
Un inédito cambio de estafetas a nivel federal y estatal sobre una pista de terciopelo.
Mejor, imposible.