Victor de Regil
Puebla está viviendo una gran incertidumbre por el tema de los aranceles, pues afecta a nuestro principal motor económico del Estado: la industria automotriz.
Recientemente, la presidenta Sheinbaum, ha celebrado que las autopartes producidas en México que sean exportadas a Estados Unidos estarán libres de aranceles, el amago por sí mismo genera gran incertidumbre e inestabilidad en las fábricas asentadas en el estado, mismas que generan miles de empleos.
Y es que, la exportación de piezas automotrices significa al país 70.000 millones de dólares. De esa cifra, una buena rebanada le toca a Puebla. “Hay una muy buena noticia para México. Salió una publicación de Estados Unidos de CBP en donde las autopartes que se producen en México, tienen cero aranceles, es una muy buena noticia”, anunció la mandataria en su conferencia matutina del pasado viernes.
Recordemos que el presidente Trump impuso aranceles del 25% a todas las importaciones provenientes de México y Canadá, así como un 20% a China, como parte de su agenda “Estados Unidos primero”. Estos aranceles entraron en vigor el 4 de marzo de 2025 y buscan impulsar la fabricación nacional en Estados Unidos. Sin embargo, Trump pausó hasta el 2 de abril los aranceles del 25% para vehículos producidos en México y Canadá que son exportados a Estados Unidos.
Puebla es un estado clave en la producción automotriz mexicana, con varias plantas de ensamblaje y proveedores de autopartes. El impacto de los aranceles podría ser significativo, ya que algunas armadoras como Toyota y Ford exportan un alto porcentaje de su producción en México a Estados Unidos.
El golpe ya se ha hecho sentir, la primera en resentirlo ha sido la planta de Audi asentada en Puebla. Hace unos días, el secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi México (SITAUDI), César Orta, dio a conocer que el pasado 3 de abril se suspendió la exportación de vehículos hacia Estados Unidos ante los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump.
Lo anterior, pone en riesgo uno de los tres turnos de la planta ubicada en San José Chiapa, Puebla, que afectaría a mil 400 obreros. La alternativa es que se transfiera la producción de otro modelo para venderlo fuera de Estados Unidos.
Que Trump haya congelado los aranceles a las autopartes representa, sin duda, un respiro para la industria automotriz poblana, pero no se sabe por cuánto tiempo.
Si metiera reversa, algunas posibles consecuencias incluyen: Reubicación de producción: Algunas armadoras podrían considerar trasladar parte de su producción a Estados Unidos para evitar los aranceles.
Aumento de costos: Los proveedores de autopartes podrían trasladar los costos de los aranceles a sus clientes, lo que podría afectar la competitividad de la industria automotriz mexicana y afectar su economía.
Incertidumbre y volatilidad: La imposición de aranceles podría generar incertidumbre y volatilidad en el mercado automotriz, lo que podría afectar la inversión y el empleo en la región, afectando directamente a Puebla.
La Coparmex ha advertido que los aranceles podrían llevar a México a una recesión y ha insistido en la urgencia de emplear los mecanismos de solución de controversias del T-MEC.
Por el momento, en el caso de los aranceles a autopartes, hay un impasse. Un respiro para Puebla y su economía. ¿Cuánto durará? Nadie lo puede saber con exactitud.
Miles de empleos están en riesgo; urge que los gobiernos federal y estatal lancen un plan de contingencia para evitar que los daños sean más fuertes de lo calculado.