Ángel Gutiérrez Mendoza. Nació el 19 de mayo de 1951 en Ahuehuetzingo, Chietla, Puebla, México. Actualmente radica en Ciudad Serdán, Chalchicomula de Sesma, Puebla. Estudió en el Seminario Palafoxiano y Centro Escolar Presidente Francisco I. Madero. Hombre de familia, hijo, padre y abuelo. Se dedica al comercio en papelería y abarrotes. Ciudadano participativo en diferentes sectores de la sociedad: político, social, comercial y religioso. Es un ser con sensibilidad a la escritura en rima y prosa poética desde hace treinta años.
México mágico
México país de magia
y belleza sin igual,
la riqueza de tu historia
supone esfuerzo trivial.
Tu belleza y tu realeza
al visitante admira
y hasta piensan que delira
cuando habla de tu grandeza.
El Creador, bien te obsequió
con riachuelos y lagunas
y esos imponentes cerros
que resguardan tus fortunas.
Son tus valles en verdor
cual madre muy amorosa
que orgullosa y generosa
alimenta con fervor.
Y tus campos y praderas
tapetes de mil colores
donde entretejen sus sueños
granjeros y agricultores.
Y tu gente en pleitesía
su mano amiga le ofrece
a la gente que agradece
su gesto de cortesía.
México y tradiciones
MÉXICO, tú siempre has sido
muy grande en tus tradiciones
y celebrar a tus muertos
enciende los corazones.
Los tiempos que ahora vives
por estos tus gobernantes
suspiran vivos y muertos
por aquellos tiempos de antes.
Las HOJALDRAS, se alejaron
por falta de harina y huevo
y los CARGADOS vendrán
quizás para el año nuevo.
Los ROSQUETES no nos gustan,
porque nos saben amargos
y ya los quieren cobrar
como deudas con recargos.
No habrá CIRIO, pa’ alumbrar
el camino del difunto
ahora tendrá que llegar
tentando al que viene junto.
Y las flores que adornaban
lo triste de aquella fosa
las cambiamos por manojos
ya no alcanza pa’ otra cosa.
La copita que tomaba
para calmar sus pasiones
no se la pude ofrendar
él ya sabe las razones.
Solo esperamos que el cura
no se nos vaya a chiquear
y a nuestros queridos MUERTOS
los despida sin rezar.
Yo no quiero que mis Muertos
se vayan a preocupar
y al vernos, todos fregados
no se quieran ni arrimar.
Les diremos que aquí en casa
ya somos apostadores
y hoy sus OFRENDAS corren
en la bolsa de valores.